Uñas y dientes no Waldo Dura Lex, Sed Lex¨

En la vida todo evoluciona, menos en la República Dominicana, donde repetimos en forma constante los errores, y pretendemos vivir en un país donde el progreso es la divisa principal, porque las declaraciones de mi colega Waldo Suero al ser declarado presidente electo del Colegio Médico Dominicano, son en verdad el reflejo de un desconocimiento total de la evolución que se acerca, quiérase o no en el sector sanitario dominicano.

No creo que lo recomendable en este momento es hablar de ¨defensa de uñas y dientes¨, reflejo de una mentalidad cavernaria y de confrontación, en un sector que necesita concertación, mucho cerebro y conocimiento de que existe una legislación, la ley que separa las funciones de prestación de servicios individuales de los programas de atención colectiva está vigente y por lo tanto es de obligatorio cumplimiento en todo el territorio nacional.

Esto significa que hay que integrar los a todos los hospitales que reciben fondos del Estado, en una sola red de servicios que ya no depende del Ministerio de Salud, sino de un organismo creado por ley y con sus funciones muy bien definidas llamada Red Pública de Servicios de Salud, que suma de manera definitiva a los hospitales del Instituto Dominicano de Seguros Sociales.

Es esta red pública, junto con la red de clínicas privadas, la que tiene la responsabilidad de proveer servicios médicos individuales a mas de 6 millones de personas integradas al Seguro Familiar de Salud, tanto en el régimen contributivo como subsidiado de la Seguridad Social y a su vez el Ministerio, en su función rectora, entra a ser el ente regulador de la calidad de los servicios.

Esto, significa un enorme esfuerzo organizativo, donde no caben posiciones radicales ni tremendistas, propias del lenguaje confrontador que caracterizaba a las directivas del CMD presididas por Waldo Suero en otros años, simplemente la ley cambió y entrar en el juego del ¨luchismo¨ sin sentido, lo que puede es llevar a los médicos agrupados en el colegio a ponerse al margen de la ley que dio origen a su propia creación.

Lo que la realidad impone, es el discernimiento y la moderación, porque para que el Ministerio de Salud ejerza su función de promoción y prevención, es necesario su fortalecimiento institucional de modo que pueda asumir el liderazgo integrando a las demás instituciones publicas y privadas en la producción social de salud, que es su función principal de acuerdo a la ley general de salud.

Para poner un ejemplo hablemos del tema del dengue, es al Ministerio de Salud al que le corresponde la coordinación y liderazgo en la prevención, porque es la responsable de coordinar a todas las instituciones públicas y privadas que deben trabajar en las políticas púbicas que disminuyan los casos de esta enfermedad a través del control del mosquito Aedes, que es el vector conocido de la enfermedad.

Pero no es al Ministerio al que le toca organizar el tratamiento a nivel individual, esto le corresponde a las redes publica y privada de servicios individuales de salud, y cuando la Ministra de Salud, en este caso Altagracia Guzmán, cuestiona la no aplicación de los protocolos de atención y la alarmante mortalidad de la enfermedad, está cumpliendo con su deber como cabeza de la entidad reguladora de todo el sector.

Entonces es no conocer la ley y las consecuencias de la nueva legislación a este nivel, criticar la exigencia que hace la Ministra a todos los prestadores, tanto publicos como privados, a que cumplan estrictamente con el protocolo de seguimiento del dengue, porque esta es su función según la ley.

Tan sencillo como eso, estamos frente al reto mas importante del sector salud en toda su historia, comprender esto es esencial en estos momentos para entre todos mejorar la calidad integral de la salud de todos los ciudadanos dominicanos, y para esto hay que avenirse a acuerdos, cronogramas de implementación y un estricto cumplimiento de la ley, de modo que las enormes distorsiones por las que atraviesa el sector salud sen superadas.

Así que, ahora si volvemos al tema de las huelgas y los paros hechos con ¨uñas y dientes¨, esto tendrá que ser enfrentado por toda la sociedad con ¨cerebro y ganas¨ de que las cosas cambien para bien.