Editor Yasmel Bueno
EL NUEVO HERALD.- El doctor Ramón Castellanos explica que a veces las células madres nos toman por sorpresa y, como un huracán, barren con todo lo que creíamos y nos transportan a un mundo de maravillas, terminando de una vez y por todas con nuestros dolores y haciendo que creamos de por vida en ellas.
Este es el caso del matrimonio de Oscar y Leida. Hace unos meses, Oscar vino a nuestra consulta con una severa artritis de ambas rodillas. Su calidad de vida era muy pobre, debido a una seria limitación para caminar. Le era imposible caminar más de 10 pasos sin dolor. Y, por supuesto, era inimaginable subir escaleras.
Desafortunadamente ninguno de los tratamientos de terapia, inyecciones o medicinas funcionó y, de no ser por el terror que tenía a la cirugía, ya hubiera pasado por una intervención quirúrgica. Pero no lo convencía el potencial de complicaciones y varias horas de anestesia general, aun contando con que todo saliera bien.
Por fortuna Oscar y su esposa Leida –la cual padecía del mismo mal, pero en una sola rodilla–, habían oído hablar de esta institución, que, según sus propias palabras, “implantaba las semillas” de sus células madre; y estas hacían que el cartílago gastado se regenerara y reconstruyera.
Para Oscar esto sonaba muy bien: era muy incrédulo. No obstante, sus opciones eran o seguir sufriendo o probar el nuevo método en el cual no tenía mucha fe. Y su esposa Leida no se quedaba atrás y juró que solo se haría el tratamiento si Oscar probaba antes ese “milagro” del que muchos hablaban.
En los primeros días de marzo acudió al StemCell Miami y percibió la calidad del centro, nada parecido a las consultas regulares de otros médicos que había visitado anteriormente. Al hablar sobre nuestro tratamiento, decidió, aunque sin mucha fe, someterse al procedimiento de implantación de células madres de tuétano y grasa. El procedimiento duró unos 45 minutos y fue indoloro, porque fue sedado. Y esto hizo que no sintiera miedo durante el procedimiento.
Para su sorpresa, seis semanas después, y en contra de sus propios pronósticos, las rodillas dejaron de dolerle, pudo empezar a caminar sin dolor y, por primera vez en muchos años, pudo subir escaleras. La inflamación y el líquido desaparecieron. En su primera visita de seguimiento conmigo, le comuniqué que sus células madres habían reaccionado de forma excelente, y que se esperaba la mejoría en un tiempo mayor, o sea de 8 a 12 semanas.
Su esposa, al ver la mejoría espectacular y sin complicaciones de Oscar, decidió hacerse el tratamiento esta semana con un implante de células autólogas de grasa y tuétano.
Oscar aún no puede creer que, cuatro meses después, su dolor haya desaparecido. Ahora puede dar largas caminatas en el parque y sobre todo subir escaleras. “Ahora soy un creyente en las células madres para el resto de mi vida, solo espero para completar mi felicidad que las células madre hagan en mi esposa Leida el milagro que han hecho en mí”.
Para una consulta gratis con el equipo de StemCell Miami o más información, llame al 305-598-7777. Para más información sobre células madre o preguntas escriba a stemdoc305@gmail.com.
