Editor Jatnna Valentín (Tomado de AFP) Las fuerzas iraquíes retomaron este lunes su marcha hacia la ciudad de Mosul, bastión del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak y objetivo de la ofensiva de las fuerzas iraquíes que entra en su tercera semana.
Sólo quedan dos localidades, Bazwaya y Gojali, por conquistar antes de alcanzar la aglomeración de Mosul, segunda ciudad de Irak, dijo a AFP un jerarca del Comando Antiterrorista Iraquí (CTS), una fuerza de élite, cerca de la ciudad de Bartalla.
Esta ofensiva, la más importante de las fuerzas iraquíes en la guerra contra el grupo EI, sigue en su fase inicial, durante la cual decenas de localidades de los alrededores de la ciudad fueron reconquistadas con el apoyo aéreo de la coalición internacional.
Desde el 17 de octubre, decenas de miles de miembros de las fuerzas de seguridad avanzan en los frentes este, sur y norte.
Unidades paramilitares dominadas por milicias chiíes se sumaron con el lanzamiento de una ofensiva desde el oeste para que los yihadistas no puedan moverse libremente entre Mosul y la frontera siria.
La coalición internacional anunció el viernes que las fuerzas iraquíes harían una “pausa” de dos días para consolidar sus primeros triunfos territoriales y reposicionarse.
El avance retomó este lunes desde el frente este donde las unidades de contraterrorismo y otras fuerzas federales intentan avanzar desde esa zona y desde la ciudad de Bartala hacia los pueblos de Bazwaya y Gogjali.
“Si lo conseguimos, sólo estaremos a unos cientos de metros de (el este de la aglomeración de) Mosul”, declaró el lugarteniente coronel del CTS, Bartalla Muntadhar al-Shimmari. Según él, sólo “un puñado de civiles”, principalmente la minoría étnico-religiosa de los Chabaks, pueblan todavía esas dos localidades.
A lo lejos, un avión acaba de efectuar un ataque contra una posición de tiro de EI y el convoy del CTS empieza a disparar desde la llanura en dirección de una zona industrial todavía controlada por yihadistas.
Las fuerzas kurdas reconquistaron algunas localidades al norte y al este de Mosul, lo que les permitió consolidar esas posiciones, mientras que en el sur las fuerzas federales suben por el valle del Tigre pero están aún lejos de los bordes de la ciudad donde el grupo EI proclamó su “califato” en 2014.
Combatientes de las Unidades de Movilización Popular (Hashd al Shaabi), una coalición de milicias chiíes apoyadas por Irán, acaban de lanzar una ofensiva al oeste de Mosul.
Su objetivo es retomar Tal Afar y cortar la línea de abastecimiento yihadista que enlaza Mosul con la frontera siria. Oficialmente, estas fuerzas no participarán a la liberación de Mosul, donde la comunidad suní es mayoritaria.
Algunos de sus comandantes, sin embargo, no lo ven de la misma manera.
Estas milicias a la reputación dudosa fueron acusadas de ataques religiosos en zonas sunitas previamente liberadas del yugo yihadista, como Faluya o Ramadi, al oeste.
– Guerra urbana –
Cuando estén en posición alrededor de Mosul, las fuerzas iraquíes deberían iniciar un sitio y tratar de abrir corredores para facilitar la evacuación de los habitantes, que los yihadistas utilizan como “escudos humanos”.
Después deberán librar una guerra urbana contra entre 3.000 y 5.000 yihadistas, según las estimaciones estadounidenses, atrincherados en la aglomeración que cuenta alrededor de 1,5 millones de habitantes según Naciones Unidas.
Los desplazamientos de civiles no son por ahora masivos, pero las organizaciones humanitarias prevén que se intensificarán cuando las fuerzas iraquíes entren en la aglomeración.
Más de 17.000 personas abandonaron sus casas en estas dos semanas de ofensiva militar y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) asegura que por ahora no quedan más que 55.000 lugares disponibles en los diversos campamentos.
En las localidades retomadas por EI, algunos civiles intentan retomar una vida normal luego de dos años de dominación yihadista pero la mayoría de esos sectores todavía no son habitables. Se necesitarán meses en algunas zonas para extraer las minas y reconstruir.
