Cómo detectar las señales de un accidente cerebrovascular (ACV)

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Publicado por Yasmel Bueno

Un accidente cerebrovascular (ACV o ACVA), ictus, apoplejía, derrame cerebral, golpe o ictus apoplético, ataque cerebrovascular o ataque cerebral es la pérdida brusca de funciones cerebrales causada por una alteración vascular, ya sea por interrupción del flujo sanguíneo o por hemorragia.

Un entumecimiento o un debilitamiento repentinos en la cara, los brazos o las piernas de un lado del cuerpo, sentirse confuso y tener problemas en el habla son algunas de las señales de que alguien está sufriendo un accidente cerebrovascular (ACV).

Cuanto antes se detecte y se empiece el tratamiento de un ACV, mayor es la probabilidad de recuperación, afirman los expertos.

“Cuando alguien sufre un ACV podría padecer algunos cambios físicos, leves o muy llamativos”, afirmó el Dr. Randolph Marshall, jefe de la división de ACV del Hospital Presbiteriano de Nueva York y el Centro Médico de la Universidad de Columbia, en un comunicado de prensa del hospital.

“La manera más efectiva de prevenir el daño permanente asociado con un ACV es reconocer las señales de un ataque y buscar atención médica inmediatamente”, dijo Marshall.

Los accidentes cerebrovasculares (ACV) constituyen la quinta causa de muerte en los Estados Unidos de América, donde aproximadamente 800,000 estadounidenses sufren cada año a causa de un ACV, de los cuales 130,000 morirán cada año de acuerdo al Centro de Control de Enfermedades de EE. UU.

Esto equivale a decir que cada 4 minutos fallece un norteamericano por un ACV.

De acuerdo a Luis Eduardo Suazo, neurocirujano endovascular del Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT), el costo de esta enfermedad en el gran país del norte es de unos 34 billones de dólares por año, lo cual supone una inversión sumamente importante en salud.

Así mismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), establece que los ACV fueron la segunda causa de muerte en el planeta, según reportes arrojados durante el período comprendido de 2002 a 2012.

Entonces nos encontramos a la siguiente interrogante: ¿Por qué en los EE. UU. es la cuarta causa y en el resto del mundo es la segunda? Las razones son esencialmente dos: educación a la población y atención temprana-efectiva.

Antes de proseguir, debemos recordar que los accidentes cerebro vasculares se dividen en: isquémicos (se obstruye una arteria) o hemorrágicos (causados por la ruptura o una vena en el cerebro). En esta oportunidad nos centraremos en los isquémicos, los cuales constituyen el 87 % de los casos.

Cómo identificarlo

Una forma práctica y efectiva de identificar que estamos frente a la ocurrencia de un accidente cerebro vascular es recordar la palabra FAST. F (de facial), A de arm (brazo), S de speech (lenguaje) y T de tiempo.

Ante sensaciones de adormecimiento en un lado de la cara, pérdida de fuerza o calambres en un brazo, dificultad para hablar o comprender las palabras, hay que acudir de inmediato al centro de salud más cercano y adecuado.

El especialista dijo “recalcamos esto fuertemente, porque en estos momentos el tiempo es cerebro, y por cada hora que transcurra del evento se pierden unos 12 billones de neuronas, unos 740 km de fibras mielinizadas, por lo que todo el accionar debe dirigirse a identificar el vaso ocluido y permeabilizarlo lo antes posible”.

Desde que el paciente llega a la emergencia del hospital, deben realizarse los estudios de imágenes y laboratorio con estos fines, para una toma inmediata de acciones y decisiones. Importante recalcar que existe un período de ventana entre 4.5 horas y 6 horas para los procedimientos destinados a obtener la apertura del vaso ocluido.

En CEDIMAT nuestro protocolo de trabajo consiste en realizar una tomografía axial computarizada para identificar si el accidente cerebrovascular es isquémico o hemorrágico.

De tratarse de un evento isquémico se realiza una angiotomografía, la cual permite identificar inmediatamente la arteria obstruida.

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Yasmel Bueno

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