No tendrá la imagen de presidente deportista que entrega Barack Obama, ni en su casa se encontrarán premios de jugador más valioso. Pero Donald Trump, flamante presidente electo de Estados Unidos, no se queda atrás a la hora de encontrarle conexiones con las disciplinas más populares de los Estados Unidos. Lazos que van más allá de sus millonarias inversiones.
En Trump se concentran el deportista juvenil, que practicaba béisbol, fútbol americano y fútbol, y el hombre de negocios. Un magnate que hizo foco en el golf, pero que, fiel a su estilo, también acumula excentricidades en su currículum.
Sin llevar consigo el cartel de favorito a lo largo de la carrera presidencial, la noche del martes lo catapultó a la Casa Blanca y rompió con todos los pronósticos. Una noche en la que sus fotos de deportista colegial empezaron a poblar las redes sociales, mostrando un costado desconocido.
Él mismo contó en varias entrevistas que en fue un adolescente fanático del béisbol y que siempre intentó ser el capitán del equipo. Pero sus horas en la New York Military Academy, no sólo lo acercaron al bésibol; también aparecieron imágenes suyas en el equipo de fútbol.
El béisbol es su punto débil. Una pasión que adquirió desde chico y que mantuvo a lo largo de los años. Se lo ha visto junto a los New York Yankees en distintos partidos, en el campo de juego o en la tribuna. Trump también tiene tiempo para el golf. A tal punto, que en el Bronx de Nueva York armó la cancha Trump Golf Links.
Pero, entre tantos negocios que realizó a lo largo de sus 70 años, hubo uno que resultó fallido y lo marcó en plena década del ochenta. En 1983, Trump compró a los New Jersey Generals, un equipo que había nacido apenas un año antes, para jugar en la United States Football League (USFL), una competencia que surgió como opción a NFL, tras una huelga en la liga .
Claro que la idea madre no prosperó y el proyecto llegó a su fin en 1986. De todas maneras, fue tiempo suficiente para que pudiera dejar su sello.
La USFL logró conseguir adeptos y los partidos atraían cada vez mayor cantidad de público, ya que se disputaban en primavera para no competir con la NFL invernal. Pero una presentación judicial de Trump y la idea de confrontar con un calendario para el invierno armaron un cocktail explosivo que llevaron a la USFL a su fin antes de tiempo.
Ya por fuera de las disciplinas más tradicionales, en 2007 participó de WrestleMania, en una suerte de final de la lucha libre estadounidense. Allí desafió a Vince McMahon, presidente de la WWE -empresa que organiza este evento- . Ambos empresarios fueron representados por otros luchadores, en un duelo de millonarios. Ganó el hombre de Trump, quien procedió a cobrar su premio: rapó a McMahon.
Los Ángeles 2024 y Trump, de la mano
Los responsables de la candidatura felicitaron al flamante presidente y agradecieron su apoyo al movimiento olímpico
El organismo que promueve la candidatura de Los ángeles a organizar los Juegos de 2024 felicitó a Trump por su triunfo y se ofreció para “ayudar a unir las diversas comunidades” del país.
“Felicitamos y agradecemos su largo apoyo al movimiento olímpico en los Estados Unidos”, señala la nota que fue enviada por aquella oficina. La ciudad californiana compite con París y Budapest por la sede de los Juegos de 2024.
La elección se realizará en Lima, en septiembre del año próximo. Trump podría asistir a la asamblea. Reporte de La Nacion
