VIENA (AP).- Después de años sin actuar, La Organización de los países exportadores de petróleo (OPEP), acordó el miércoles reducir la producción petrolera por primera vez desde el 2008.
La decisión en efecto pone fin a su estrategia de saturar el mercado a fin de presionar a Estados Unidos, una táctica que sólo logró bajar los precios y debilitar a las economías que forman el cartel.
La decisión de suprimir 1,2 millones de barriles diarios es significativa, y con ella la producción diaria de la OPEP queda en 32,5 millones de barriles. Y el presidente de la organización, Mohammed Bin Saleh Al-Sada, dijo que los países no miembros de la agrupación probablemente reducirán su producción en otros 600.000 barriles diarios.
El resultado total será, al menos a corto plazo, mayores precios del petróleo y por ende de la gasolina, del combustible de calefacción y de la electricidad. El precio del crudo usado como referencia internacional subió el miércoles en 8,3% (3,86 dólares) a 50,24 dólares el barril.
A largo plazo, sin embargo, muchos analistas consideran poco probable que el petróleo ascienda a las alturas de 100 dólares el barril que tenía hace dos años. Eso se debe en parte a las promesas de Donald Trump, cuando era candidato, de aumentar la extracción petrolera en Estados Unidos, lo que aumentaría la oferta a nivel mundial. Y la demanda no está aumentando mucho debido a la debilidad de la economía mundial.
Al-Sada dijo que se trata de “un momento histórico” que “definitivamente equilibrará el mercado y ayudará a reducir el exceso de oferta”.
Agregó que la reducción de producción entrará en vigencia el 1 de enero, y que habrá consultas sobre el cronograma para los países no miembros del cartel. Rusia por su cuenta ha dicho que reducirá su producción en 300.000 barriles diarios.
Gracias al recorte de producción, la OPEP no sólo se beneficiará al recibir más dólares por barril sino que se verá nuevamente como una organización capaz de influir en los precios a nivel mundial.
Además, su alianza tentativa con Rusia y otros países no miembros de la OPEP le dará tanto a la organización como a esos países mayor poder ante la competencia con las empresas estadounidenses.
La decisión del miércoles pone fin a años en que los miembros del cartel se peleaban entre sí y se negaban a ceder su participación en el mercado.
