La sinceridad de Miguel Vargas y la liga municipal dominicana

Humberto Salazar
Humberto Salazar

Por Humberto Salazar

En unas declaraciones muy responsables y transparentes, el Presidente del Partido Revolucionario Dominicano, Miguel Vargas Maldonado, quiso dejar finalizado el tema de la situación de aparente enfrentamiento que se dio el pasado viernes entre su partido y el Partido de la Liberación Dominicana, frente al tema de la elección del secretario general de la Liga Municipal Dominicana, y la aparición de algunas voces que hablaban del no cumplimiento de un acuerdo previamente pactado.

Nadie mas que Vargas, como presidente del PRD, y la dirección nacional del PLD, pueden dar testimonio, de cuáles fueron los acuerdos a que llegaron estos partidos en la propuesta que le hicieron al país denominada ¨Gobierno Compartido de Unidad Nacional¨, y que sirvió de base para que por primera vez en la historia política contemporánea, esas dos organizaciones fueran unidas en unas elecciones nacionales.

Antes que asumir la posición de confrontación y declaraciones altisonantes que han caracterizado históricamente a los dirigentes del PRD, el presidente del partido blanco, en forma racional y sincera, aclara que: ¨la Liga Municipal Dominicana no estaba contemplada en los acuerdos a que se llegaron con el PLD para apoyarles en las elecciones generales de mayo del año pasado¨.

Lo que quiere decir, que teníamos razón los que desde la parte reformista pedíamos que se dejara ese espacio político, a uno de los aliados tradicionales del peledeísmo, en este caso el reelecto Johnny Jones, ya que este cargo no estaba ocupado por un adversario a la coalición de gobierno, muy por el contrario, sostuvimos que a quien se quería sustituir, era a uno de los representantes de un grupo que puso todo esfuerzo para que Danilo Medina ganara las elecciones, y que para nosotros, se trataba de algo injustificable.

Pero no solamente eso, Miguel Vargas también hace uso de la racionalidad política, cuando advierte que ¨se siente satisfecho con el trato que le ha dado el PLD y el gobierno¨, pero que entiende que la participación de los miembros de su partido se hará ¨conforme a las posibilidades que se presenten, siempre en el marco de los acuerdos¨ antes mencionados.

Con esto queda suficientemente aclarado, aunque queden todavía algunos ecos de lo ocurrido en la asamblea general de municipios, que la lógica política lo que imponía era realizar una propuesta interna al partido hegemónico de la alianza, en este caso el PLD, antes que un partido aliado, como es el PRD, se lanzara a presentar candidatura para una posición donde podían causarse fricciones, como las hubo, entre agrupaciones miembros de la coalición de gobierno.

Es verdaderamente complicado, mantener un equilibrio en una coalición tan amplia como la que encabeza el PLD, sin que en algún momento se produzcan situaciones enojosas como las que se vivieron el pasado viernes.

Aunque aquí hay que puntualizar, que elecciones de este tipo son situaciones coyunturales, las que para nada deben hacer perder de vista el objetivo estratégico principal, que es poner todo el esfuerzo para sostener y apoyar al gobierno, que fue la propuesta colectiva que se le hizo al país el pasado mes de mayo y con la cual todos estamos comprometidos.

Para darnos una idea de lo que tiene entre manos el PLD y su dirección nacional, que es el partido mayoritario de la alianza y por lo tanto quien debe tomar las decisiones mas importantes, solo hay que plantearse lo difícil que es satisfacer la cantidad de partidos que en varios procesos electorales han apoyado al partido de gobierno, con el agregado de que también el PRD es parte ahora de este acuerdo.

La salud y permanencia del proyecto político que encabeza el PLD, y en estos cuatro años el Presidente Danilo Medina, depende en gran manera del equilibrio de fuerzas que sus colores podrían representar un arco iris, que va desde la izquierda tradicional hasta la centro derecha, y donde existen dirigentes históricos que han estado enfrentados durante mas de 40 años de vida democrática.

Por eso creemos que es muy importante el reconocimiento de Miguel Vargas, hablando como presidente del PRD y participante en las conversaciones que llevaron a la alianza con el PLD, de que no existía un compromiso de este último partido en otorgar la Liga Municipal Dominicana a la agrupación política que preside, porque con esto acalla las voces que ya comenzaban a propagar la idea de que el partido morado había faltado a su palabra en este tema.

Lo cierto es que hubo mucha torpeza y falta de sapiencia por parte de quienes promovieron a un candidato del PRD a la LMD, ya que desoyeron la voz del secretario general del PLD, Reinaldo Pared, quien en medio de la discusión pública advirtió lo mismo que hoy confirma Vargas, que en ningún lado se había comprometido ese cargo para el partido blanco.

Con esto queda zanjado el diferendo que se mantuvo por varias semanas, algo que ya es tradicional cada vez que se discute quien ocupará el cargo de la LMD, una institución donde confluyen todos los partidos políticos, ya sea a través de los alcaldes o los ediles, y la discusión la cierra quien tendría elementos de juicio para discutir el tema y no lo hace, el mismo presidente del PRD, Miguel Vargas.

Solo que como es un gobierno de unidad nacional, como esta definido en el acuerdo PLD-PRD, pues sería justo darle participación a este último partido en la LMD, ya que al final todos somos partes de la misma coalición y con esta decisión, el PLD demostró que es bien agradecido.

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