Estos paros médicos

Manuel Hernández Villeta
Manuel Hernández Villeta

Por Manuel Hernandez Villeta

 Los paros en los hospitales públicos son inaceptables. El Colegio Médico Dominicana tiene que mostrar mayor madurez y no volver a dejar sin servicios asistenciales a los más necesitados. A los centros asistenciales públicos dominicanos van los que carecen de recursos económicos, y a ellos no los debemos penalizar.

Cuando se hace un paro en un hospital del Estado no se está golpeando al gobierno, sino al pueblo. Los médicos juegan a la carambola, se golpea al pueblo, para que con sus presiones obligue al ejecutivo a dialogar y llegar a soluciones.

Esa es una gran irresponsabilidad. Los médicos, las enfermeras y el personal de salud no pueden paralizar un servicio vital, como es la asistencia en los hospitales, donde asisten sobre todo de aquellos que no tienen alternativas para ir a un centro de atención de capital privado.

Estamos de acuerdo sobre las condiciones de trabajo que imperan en los hospitales, y el abandono de las plantas físicas. No ganan ni los médicos, ni las enfermeras, ni los paramédicos un salario justo, de acuerdo a su capacidad profesional o técnica.

A ellos hay que mejorarles tanto el sueldo mensual, como las condiciones en que trabajan en los hospitales. En muchas ocasiones, por no haber protección técnica, ese personal de salud puede contraer enfermedades catastróficas.

El gobierno tiene que buscar la forma de mejorar las condiciones en que viven los profesionales y técnicos de la salud, ahora, otra cosa es que se realicen paros que golpean las costillas de los pobres. Nunca el colegio Médico Dominicana ha paralizado los servicios de las clínicas privadas, y de acuerdo a los datos en  estos establecimientos se paga menos que en el área pública.

El presidente del Colegio Médico Dominicano peca en ocasiones de tremendista, como ocurrió en una ocasión donde dijo que por igual tenían  que ser suspendidos los servicios en hospitales y Escuelas. Por suerte ese llamado no fue atendido, y aun los maestros, profesionales en huelgas e interrupciones de la docencia, se indignaron de la propuesta.

Estamos con  las reivindicaciones para los médicos, que es garantizar mejor asistencia a todos los dominicanos de a pie, pero no podemos aceptar que se condene a la muerte a los que ya carecen hasta de esperanzas para vivir. El alto costo de la vida hace imposible que los dominicanos puedan conseguir sus alimentos, ya no hay recursos para comprar medicinas, y si también le cierran los hospitales, entonces pocos van a sobrevivir. Que se lleve con más dignidad la bata blanca, y que se de la mano al que esta acostado en una cama, y no se le quiera quitar el oxígeno que lo mantiene con vida. ¡Ay!, se me acabo la tinta.

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