Univisión – La población de la ciudad de Nueva York de la tercera edad llega al millón y la mitad de ellos son inmigrantes, revela un estudio reciente del Centro por el Futuro Urbano. Entre ellos, la comunidad mexicana se ha duplicado en los últimos cinco años.
La población inmigrante senior de Nueva York tiene vigor hispano porque el 46% de ellos provienen de América Latina y el Caribe, frente al 26% que nacieron en Europa y el 23% que vino de Asia y Oceanía.
Pero a muchos de estos ancianos, la pobreza los acecha: los dominicanos, los mexicanos y los puertorriqueños se encuentran entre los ancianos más pobres de la ciudad. El grupo con mayor pobreza lo conforman los inmigrantes de Rusia y la antigua Unión Soviética.
El 36% de los ancianos dominicanos viven en la pobreza, seguidos por el 30% de los mexicanos y el 29% de los puertorriqueños.
La diversidad de la población de la tercera edad en la ciudad es un reflejo de la historia de Nueva York acogiendo a inmigrantes del mundo entero. “Pero esta diversidad tiene implicaciones significativas en la manera en que los servicios se les proveen”, apunta el estudio en torno a esa población.
Por ejemplo, casi dos de cada tres inmigrantes seniors no dominan a cabalidad el inglés. En 2015, en la media senior de la ciudad que tiene competencia limitada del inglés la lideran los mexicanos (96%), seguidos por los dominicanos (89%) y los colombianos (84%). Otros ancianos en ese reglón son los chinos, los coreanos y los rusos.
Ganan mucho menos
El caso de la cantidad de ancianos mexicanos es particular por haberse duplicado en los últimos cinco años, traza el estudio. La edad en la cual la comunidad mexicana ha llegado parecería incidir en su situación financiera, de acuerdo con el estudio.
“Los seniors nacidos en México parecen haber llegado a Estados Unidos antes que sus predecesores y puede que hayan tenido la oportunidad de hacerse más estables financieramente en sus años de trabajo”, lee el informe. En 2010, la edad promedio en que los ancianos mexicanos llegaron al país era 46 años pero, en 2015, esa edad promedio descendió a 36.
Alrededor de la ciudad, la media salarial de los inmigrantes ancianos es de 10,800 dólares, en contraste a la media de los seniors nacidos en Estados Unidos de 20,800 dólares. El Centro para el Futuro Urbano explica que esa brecha se debe en parte a que 33% de los inmigrantes mayores no reciben beneficios de Seguro Social.
El estudio llama la atención sobre cómo los ancianos inmigrantes y sus familias tienen menor probabilidad que aquellos nacidos en Estados Unidos de recibir servicios sociales críticos.
Indica, a su vez, que las organizaciones sin fines de lucro que ayudan a esa población suelen ser más pequeñas y de menos recursos que aquellas que sirve a la población senior en general.
De igual modo, el estudio señala que si bien la administración del alcalde Bill de Blasio ha incrementado los fondos del Departamento para Personas Mayores de la ciudad -oficina que provee el financiamiento para los servicios dirigidos a esta comunidad-, la organización entiende que esta población creciente y diversa requerirá mayores recursos y atención para atender sus necesidades culturales y linguísticas.
