Rebeldes Yemen piden ayuda detener cólera

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AFP

Los rebeldes chiitas de Yemen declararon este lunes el estado de emergencia por una epidemia de cólera en Saná y pidieron ayuda a la comunidad internacional para afrontar el brote.

Los casos de cólera superan las “medias habituales” y el sistema de salud de la capital es “incapaz de contener esta catástrofe”, declaró el responsable de salud de la administración instaurada por los rebeldes hutíes que controlan la ciudad.

“Nos enfrentamos a una grave crisis de cólera”, declaró por su parte Dominik Stillhart, director de operaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en una rueda de prensa ofrecida el domingo en Saná, al término de una misión en Yemen.

Según un balance del ‘ministerio’ de Salud, citado por Stillhart, entre el 27 de abril y el 13 de mayo, se registraron, además de los 115 muertos, 8.500 casos sospechosos en 14 provincias de Yemen.

Amine Mohamed Jamaan, que asume las funciones de alcalde de Saná, prometió facilitar la labor de las organizaciones internacionales que ayuden a combatir la enfermedad, según la agencia yemení Saba.

La guerra entre los partidarios del presidente Abd Rabo Mansur Hadi, apoyados por una coalición de países árabes, y los hutíes, aliados a los seguidores del exdirigente Ali Abdalá Saleh, ha arrasado las infraestructuras de salud en Yemen, el país más pobre de la península arábiga, y ha agravado las condiciones generales de higiene de la población.


El director adjunto del hospital Sabin de Saná ha descrito a la AFP una situación catastrófica en su establecimiento, al que acuden cada día entre 150 y 200 enfermos con síntomas de cólera, de los cuales “muchos” son hospitalizados.

“Hemos puesto cuatro pacientes por cama y hemos instalado camas en tiendas de campaña y debajo de los árboles del jardín”, dijo el responsable del centro. “Pero la lluvia y el frío han complicado las cosas”, sumándose al problema de la falta de medicamentos y de personal médico, contó.

Quienes se oponen a los hutíes acusan sin embargo a los rebeldes de dramatizar la situación para lograr un levantamiento del embargo aéreo sobre el aeropuerto de Saná y evitar un ataque contra el puerto de Hodeida, la principal puerta de entrada para las importaciones yemeníes.

La coalición árabe que combate a los rebeldes chiitas, bajo el mando de Arabia Saudí, impone un embargo aéreo a Saná y amenaza con tomar el puerto de Hodeida, en el mar Rojo, alegando que los hutíes utilizan esas infraestructuras para importar armas iraníes.

Varios organismos de la ONU han avisado de que una operación contra el puerto de Hodeida tendría consecuencias devastadoras para el país en el plano humanitario.

Cerca de 19 millones de personas, dos tercios de la población de Yemen, necesita ayuda humanitaria de forma urgente, según Naciones Unidos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los combates han causado más de 8.000 muertos y al menos 44.500 heridos desde el inicio de la guerra, en marzo de 2015.

Y unos 19 millones de personas, el 60% de la población, viven en situación de inseguridad alimentaria, asegura la ONU.

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