Por Jesús M. Guerrero
No quedan dudas y mucho menos vacilaciones, las más recientes declaraciones del expresidente Hipólito Mejía demuestran que está imponiendo su agenda de trabajo por encima de todos sus oponentes. Mientras sus rutas son ganando adhesiones y granjeando lealtades, quienes lo adversan solo saben apelar a las descalificaciones sin sentido, a la invención de fábulas buscando detener la marcha del Guapo de Gurabo hacia a la casa de gobierno.
Su más reciente afirmación alentó a sus simpatizantes porque dejo claro que no hay vuelta atrás y que el objetivo es claro. Aunque llueva, truene o ventee no hay forma de detener al exmandatario en el tortuoso camino que representa la lucha por el poder.
No son sorpresa las manifestaciones de apoyo que surgen al momento de proclamar que ganara la presidencia, ya que es un hecho notorio que la historia lo ha reivindicado y otra razón más, es que su carisma es innegable. Al referirse sobre su trabajo proselitista, no se puede negar que el expresidente Mejía es un político las 24 horas del día.
Es el último referente de éxito electoral que ha tenido la oposición y actualmente se vislumbra como el único capaz de lograr aglutinar a todos los sectores disidentes del oficialismo, a su alrededor para conformar un bloque capaz de desalojar del Palacio Nacional al partido de gobierno.
Día tras día la captación de dirigentes que se integran al proyecto de nación encabezado por quien dirigió los destinos del país durante el cuatreño 2000-2004, es asombroso. No hay forma de vencer a quien no detiene su esfuerzo ni siquiera por un segundo; es bastante obvio que la edad no es impedimento, la condicionante que genera las simpatías es la capacidad de conectar con la gente, que no es dificultad alguna para quien es conocido en las calles como Papá.
La veteranía no se improvisa, Hipólito Mejía conoce perfectamente lo difícil que es alzarse con la victoria durante un torneo electoral, además, ha demostrado en sus combates políticos más feroces que no pierde la calma y desde la perspectiva electoral, es un candidato potable; argumento validado y demostrado en su participación en las elecciones del 2012, donde hubo que generar el déficit fiscal más grande de la historia para vencerlo y producto de estas ambiciones desmedidas no pudo materializarse el cambio tan anhelado por los dominicanos.
Sin embargo, la historia le está dando otra oportunidad y como consagra la biblia en Mateo 7:15: “Por sus frutos los conoceréis.” No hay duda de ninguna índole para desconfiar del fuste de Hipólito Mejía para crecerse ante la adversidad política y estar a la altura de las circunstancias como siempre ha demostrado su accionar. Con la siguiente arenga encendió a sus cuadros y no hay forma de vencer a un grupo de hombres y mujeres con la moral por los cielos, cito: “Yo voy a ganar en el 2020, llueva, truene o ventee, yo lo aseguro.”
La vigencia política del Guapo de Gurabo es producto de su trabajo tesonero y la ausencia de temor que tiene al momento de asumir posiciones coherentes, todo lo ha construido por su compromiso tenaz y esa es una de las principales razones por la cual está en el carril de adentro para escalar los resortes del poder nuevamente.
“El hombre de estado es un político que se sostiene derecho por la misma presión que recibe por todas partes.” Eric Allen Johnstofl
