Por Jesús M. Guerrero
Durante algunas semanas, un grupo considerable ha asumido la tarea de levantar como consigna la candidatura del Dr. Eddy Olivares para presidir el principal partido opositor. Lo cual sería un gran avance, un funcionario público sin manchas y sobre todo con capacidad sobrada para desempeñar el cargo al cual los aspiran las bases del PRM.
Alguien con la capacidad del Magistrado Olivares es lo que necesita el Partido Revolucionario Moderno. Es la mejor opción para organizar, crear líneas políticas opositoras y sobre todo dar forma a una verdadera célula partidaria que asuma los lineamientos disciplinarios. No puede haber victoria sin organización y eso lo puede lograr el Dr. Olivares porque su manejo es el de incluir y de rechazo a todo actitud de exclusión que siempre han sido un talón de Aquiles que ha evitado la articulación de todo esfuerzo opositor.
Cabe resaltar la idiosincrasia partidaria norteamericana, al frente del Partido Demócrata se encuentra al frente del manejo diario de las operaciones, el descendiente de dominicanos Thomas Pérez, ex jefe del Departamento de trabajo. Luego de asumir la presidencia de su partido; logro responder de forma exitosa al revés sufrido en la elección presidencial y levantar la moral venciendo a los candidatos endosados por Trump.
El objetivo de este paralelismo, no es más que demostrar la necesidad fundamental de toda organización política de tener un presidente que asuma la dirección partidaria como su principal hoja de presentación. La única critica que puede ser lanzada hacia estas legítimas aspiraciones de ser el caso de que el Dr. Olivares asuma el reto; sería su cercanía al expresidente Mejía, que no es más, que confundir la gimnasia con la magnesia. En política las simpatías son parte esencial del quehacer democrático.
Una de las principales debilidades del PRM como institución es la terrible percepción de que se ha cerrado a la sociedad y en gran parte es responsabilidad de la directiva actual, como también de la crisis por la cual nació el PRM. Se necesitan nuevos rostros con capacidad y con buena aceptación por la población. Se organiza el partido sin dejar de dar apertura a los apartidistas.
Es necesario burocratizar la dirección interna del PRM, para ver resultados diferentes porque con las mismas acciones es imposible obtener resultados diferentes. Otra ventaja que aportaría la presidencia del Magistrado seria su conocimiento de la materia electoral.
Solo se debe observar los siguientes casos de las renuncias de los siguientes presidentes de algunos partidos, como el líder del Partido Democrático de Japón (PDJ), Yoshihiko Noda, renunció a la presidencia del partido después de que su partido sufriera una gran derrota en la elección general de Japón. Como también el caso de Roberto Prats, quien fuese presidente del partido demócrata en Puerto Rico y dimitió luego de haber ostentado la posición durante 14 años y motivo su decisión alegando que los tiempos exhibían cambios a los que él no podía dar respuesta certera.
Eddy Olivares puede dar respuesta a los cambios a los que debe enfrentarse el PRM como partido del tan debilitado sistema de partidos políticos.
Entiendo pertinente concluir con la frase de Juan Domingo Perón, cito: “Los partidos políticos triunfan o son destruidos por sus conductores. Cuando un partido político se viene abajo, no es el partido político quien tiene la culpa, sino el conductor.”
