A propósito de conmemorarse el pasado lunes el 173 aniversario de nuestra Constitución, carta sustantiva de la Nación, la cual en la forma debe servir de paradigma para el apego irrestricto a las leyes del país, aunque en el fondo no la sea, el tema de la reelección ha vuelto a sonar con fuerza a lo interno del PLD, y el propio gobierno, donde existen posiciones encontradas.
No porque lo que ‘’se oponen’’ ya no crean en su líder, y Presidente, sino porque al parecer no hay consenso entre los propios danilistas para que el jefe de Estado, opte por otro período en el 2020, debido a las heridas que abre el tema, sin importar la partitura musical con que se toque.
Sin embargo, el planteamiento hecho por el expresidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Issa, de que el jefe de Estado, solo tendría que apelar al principio de igualdad para lanzarse nuevamente en el 20, sin tener que modificar la Constitución, ha puesto a pensar a los escépticos de que el milagro es posible. Otros como el influyente ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, hombre de trato afable, el Presidente ni el gobierno están en eso.
Pero más allá de remolino interno y externo que la reelección puede generar, como de hecho genera, la realidad es, que a lo interno del danilismo, solo hay globos de ensayos, porque los posibles aspirantes presidenciales, cuyos perfiles políticos por ahora, darían para cargos congresuales y municipales, si del 20 se trata, esto pondría al gobernante en un gran dilema; porque tendría que hacer el papel de árbitro, en un terreno fangoso y con muchas espinas, o jugársela apoyando abiertamente a un candidato de su entorno, para medir fuerza, y así exhibir músculos como tendencia interna.
Además, en la forma cargaría con una derrota, porque la popularidad en política no se transfiere, como ocurre en los bancos si de números se trata, a la hora de saldar una deuda pendiente, y más aún, cuando tiene de frente a un Leonel Fernández, que aunque no da señales de guerra, su entorno no baja el fusil.
De ahí que la reelección se sigue cocinando a fuego lento, para no dañar los condimentos a la hora de llegar al Congreso Nacional, donde insisto, el danilismo tiene fuerza de huracán categoría 5, con o sin temporada ciclónica, porque a lo interno del PLD no está en juego la continuidad del partido, sino la reelección de Danilo, donde de manera soterrada se trabaja a todo vapor para dar la batalla hasta el último momento.
Aunque el impedimento constitucional existe, nadie por ahora, le ha comprado los anhelados candados que tanto ha pregonado el expresidente Leonel Fernández, quien ha insistido en que los mismos son la clave para evitar que la ley de leyes, pueda seguir modificándose como ha ocurrido en 39 ocasiones, desde que fue firmada por primera vez, el 6 de noviembre de 1844.
