Aerolíneas de bajo costo en Argentina, un desafío que recién empieza

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El debut este año de la primera aerolínea de bajo costo en Argentina, Flybondi, abre una nueva etapa en el mercado de la aviación local, que todavía deberá sortear las trabas estructurales de una industria históricamente postergada.

Buenos Aires, Argentina ,(AFP).- El debut este año de la primera aerolínea de bajo costo en Argentina, Flybondi, abre una nueva etapa en el mercado de la aviación local, que todavía deberá sortear las trabas estructurales de una industria históricamente postergada.

En Argentina vuelan 25 personas cada 100 habitantes, menos de la mitad que en Chile (56) y, según la Administración Nacional de Aviación Civil Argentina (ANAC), por debajo también de los números de Brasil, Colombia y Perú, que apostaron a la apertura aérea.

El país “ha sufrido un déficit de oferta aérea por causa de políticas de regulación que han hecho inviable establecer vuelos de forma rentable”, explicó a la AFP Carlos Ozores, consultor de la compañía estadounidense ICF.

Entre 2000 y 2015, el mercado argentino avanzó un 21% en cantidad de pasajeros, mientras que en el mismo periodo Chile, Brasil, Colombia y Perú crecieron en un promedio de 186%, de acuerdo con la ANAC.

Argentina llega a la apertura a las aerolíneas de bajo costo después de Brasil, Colombia, México, Panamá, Chile y Perú.

A poco tiempo de asumir en 2015, el gobierno del presidente Mauricio Macri marcó un cambio de rumbo: abrió la industria a la competencia y dio luz verde a nuevos operadores, algunos ‘low cost’ y otros de modelo convencional.

En enero pasado, el mercado de cabotaje dominado cerca del 80% por el estatal Grupo Aerolíneas Argentinas –seguido de la chilena LATAM con menos de 20% y un puñado más de compañías– vio entrar a Flybondi, y a la ‘low cost’ le fueron otorgadas 85 rutas, entre domésticas e internacionales.

La aerolínea de bajo costo Norwergian, que este jueves realizó su primer vuelo de Londres a Buenos Aires, le sigue los pasos.

La demora en el desarrollo del mercado argentino es también el principal atractivo para el ingreso de nuevos actores. “Lo que ven en ese nicho atrasado es una enorme oportunidad”, dijo a la AFP José Barbero, decano del Instituto de Transporte de la Universidad Nacional de San Martín.

El déficit en la oferta aérea “se ha traducido en un crecimiento del tráfico muy bajo, para lo que son las características del país en términos de extensión geográfica y población”, indicó Ozores.

Con una superficie de 2,78 millones de km2, Argentina es el segundo país de mayor extensión en América Latina, detrás de Brasil, y el octavo a nivel mundial. De la Cordillera de los Andes al Río de la Plata y del norte a la austral Ushuaia, viven unos 42 millones de personas.

En un país con limitada conectividad aérea prevalece el viaje por carretera. “Argentina vende por tierra alrededor de 70 millones de pasajes domésticos al año. Por avión, no más de 14 millones”, resumió el especialista en aeronavegación Franco Rinaldi.

El objetivo del gobierno es que los vuelos de cabotaje muevan el doble de pasajeros para 2019, según anunció Macri en la presentación del Plan Aerocomercial nacional en marzo de 2017. Y para lograr la meta, no basta con desregular los cielos.

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Jessica Hernandez

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