Dos fármacos son mejores que uno cuando se trata de restablecer el útero tras la pérdida del embarazo, de acuerdo con un nuevo estudio.
Las 300 mujeres acababan de sufrir la pérdida temprana del embarazo, pero sus cuerpos no habían expulsado los fetos. Con mifepristona y misoprostol, se redujo 2,5 veces la necesidad de aspirar el feto con respecto del uso de misoprostol solamente, según publica el equipo en New England Journal of Medicine.
Cada año, un millón de mujeres estadounidenses pierden el embarazo en el primer trimestre.
A la combinación de mifepristona y misoprostol se la conoce como “la píldora del aborto”. Los médicos tienen que hacer un registro especial para recetar mifepristona aunque se lo considere un fármaco seguro. Eso es por las objeciones de los activistas contra el aborto.
“Es una gran oportunidad para que los médicos mejoren la atención de las mujeres que quedan embarazadas y pueden sufrir un aborto”, dijo la autora principal, doctora Courtney Schreiber, de University of Pennsylvania. Instó a los médicos a registrarlo para que el tratamiento esté disponible si las mujeres lo necesitan.
Todas las participantes habían tenido un embarazo no viable entre la quinta y la decimosegunda semana de gestación. Administrarles 200 mg de mifepristona por vía oral 24 horas antes de la administración vaginal de 800 mcg de misoprostol elevó un 25 por ciento las chances de expulsión total versus el uso de misoprostol solamente.
La tasa de éxito fue del 84 por ciento con la combinación y del 67 por ciento sin la combinación.
A los 30 días, la extracción quirúrgica se utilizó sólo en el 9 por ciento de los casos con la combinación, comparado con el 24 por ciento sin la combinación.
