La niña migrante que se volvió símbolo de menores separados en frontera de EE.UU

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La instantánea, tomada por el fotógrafo de la agencia Getty Images John Moore, se convirtió en viral poco después de ser publicada y fue utilizada para evidenciar el drama de las políticas migratorias de Trump.

La fotografía se convirtió en un símbolo. Pero puede no ser lo que parece.

La imagen mostró a una hondureña de dos años llorando mientras un agente registra a su madre en la frontera sur de Estados Unidos y despertó una oleada de críticas contra la política de «tolerancia cero» de Trump, por la que más de 2.000 menores fueron separados de sus padres cuando trataban de cruzar al país norteamericano estos últimos meses.

La instantánea, tomada por el fotógrafo de la agencia Getty Images John Moore, se convirtió en viral poco después de ser publicada y fue utilizada para evidenciar el drama de las políticas migratorias de Trump.

Pero ahora su padre asegura que, en este caso, su hija no fue separada de la madre.

«Gracias a Dios mi hija nunca se ha separado de su mamá. Ellas siempre han estado juntas», afirmó el hombre en declaraciones al periódico hondureño La Tribuna.

Después de haber sostenido que no podía revocar su política con una orden ejecutiva, el presidente Trump firmó un documento de este tipo para poner fin a su política tras las crecientes críticas a nivel internacional y nacional.

No obstante, sigue la confusión en el país, en cuanto a cómo se llevará a cabo la reunificación de familias que fueron separadas o a las consecuencias que enfrentarán las personas que traten de llegar a Estados Unidos por la frontera sur.

Detenidas pero no separadas

El padre, Denis Javier Varela, explicó que la madre, Sandra Sánchez, y su hija habían salido de la ciudad hondureña de Puerto Cortés sin decirles nada a él ni a los otros tres hijos de la pareja.

«Lo único que sé es que se fue con un ‘coyote’. Ella aquí no trabajaba, porque era ama de casa y se dedicaba a cuidar a nuestros cuatro hijos», comentó al diario La Tribuna.

«Ella me había comentado que tenía planes de irse, pero le advertí que pensara bien las cosas y que no pusiera en riesgo a mi hija porque la situación en ese trayecto era peligrosa y más si iba con una bebé».

Valera cree que el objetivo de la madre era conseguir mejores oportunidades económicas.

Varela explicó que desde la Cancillería se pusieron en contacto con él y le informaron de que ambas estaban seguras y que ya habían pedido asilo político.

La subsecretaria de Relaciones Exteriores de Honduras, Nelly Jerez, confirmó la versión de Valera a la agencia de noticias Reuters.

«Bienvenida a Estados Unidos»

El fotógrafo que tomó la imagen de la niña explicó en una entrevista con BBC Mundo que no tuvo mucho tiempo para hablar con la madre.

«Me hubiera gustado hablar más tiempo con ella, pero no pude. Me contó que habían llegado desde Honduras y que llevaba viajando un mes entero con su hija de dos años».

«La mujer tendría unos 30 años de edad y llevaba a su hija en brazos. Los agentes de la Patrulla le pidieron que la dejara en el suelo para proceder a su identificación y cachearla, y la niña rompió a llorar».

Moore afirmó que una patrulla fronteriza se las había llevado a las dos.

El agente de la patrulla fronteriza que detuvo a Sánchez y a su hija, Carlos Ruiz, aseguró por su parte que a la madre se le había pedido que dejara a la menor en el suelo para que pudiera ser registrada.

«La niña comenzó a llorar de inmediato cuando la bajó. Yo personalmente fui donde la madre y le pregunté: ‘¿Está usted bien? ¿Está bien la niña?».

«Y respondió: ‘Sí, está cansada y sedienta. Son las 11 de la noche».

La foto que tomó Moore despertó indignación contra el gobierno de Trump y ayudó a recaudar US$17 millones a través de Facebook con el fin de donarlos a la organización sin ánimo de lucro Centro para la Educación y Servicios Legales para el Refugiado y el Inmigrante, también en Texas.

La prestigiosa revista estadounidense Time la utilizó para diseñar la portada de esta semana con un montaje en el que la pequeña llora mirando a Trump y unas letras rezan: «Bienvenida a Estados Unidos».

Tras el aluvión de críticas y difundirse la versión del padre de la niña, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, criticó este viernes en Twitter el uso que se le dio a la foto.

«Es vergonzoso que los demócratas y los medios de comunicación explotaran esta foto de una niña pequeña para promover su agenda. No fue separada de su madre. La separación que ha habido aquí es de los hechos. Los demócratas deberían unirse al presidente de los Estados Unidos y arreglar nuestro sistema de inmigración, que está roto», escribió.

Para su progenitor, la niña ya se ha vuelto «un símbolo de la separación de niños en la frontera estadounidense».

«Puede que incluso haya llegado al corazón del presidente», consideró en declaraciones a la agencia Reuters.

«Ver lo que le está pasando en ese momento le rompe el corazón a cualquiera (…) Si las deportan está bien siempre que no dejen a la niña sin su madre. Estoy esperando a ver qué pasará con ellas».

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