Oposición desnaturalizada

J M Guerrero
J M Guerrero

Inicio este escrito con la siguiente frase de Benjamín Disraeli, cito: “Ningún gobierno puede mantenerse sólido mucho tiempo sin una oposición temible.”

El discurso de toda agrupación opositora debe exhibir consonancia con sus acciones, es decir, coherencia, sin esta característica es muy difícil observar algún tipo conexión entre el electorado y la oposición; el candidato opositor que no ostente este requisito puede ser percibido como falso ante los ojos de la ciudadanía. Desde la perspectiva del consultor, Yago de Marta, expone la importancia de los discursos cortos, sencillos y fáciles de procesar para el buen entendimiento del receptor. Considera superfluo apelar a arengas que agudicen las emociones del espectador, puesto que no llevan a nada, y complican la asimilación del mensaje, haciendo que pierda su efectividad. Las extendidas intervenciones pueden devenir de un atractivo del candidato a un penoso sermón y lo prometido parecer como algo imposible de cumplir. Pero, el yerro es cuando encima de todo, claudican respecto a sus discursos al momento de ejercer sus funciones.

El principal problema actual de la oposición en el país, es que predican y atacan el accionar del oficialismo, pero sus principales figuras parecen aliados del gobierno. Cuando la oposición no deja nada de su discurso en el psiquis del elector, sin lugar a dudas ha fracasado en sus aspiraciones. Pero, cuando logra colocar sus argumentos en la palestra pública y los desechan al momento de su defensa, eso perdura en la memoria ciudadana. Los políticos que no consiguen conectar con la gente, padecen lo diagnosticado por José Alfonso Ibinarriaga, cito: “Las campañas políticas se tratan de la gente, de estar con ella, de ponerse en sus zapatos, pero los políticos creen que las campañas se tratan de ellos mismos, en segundo lugar de ellos y en tercer lugar del resto de los políticos.”

La falta de coherencia opositora, se hizo evidente al aprobar la ley de partidos con la modalidad de las primarias abiertas. Al final, de carácter facultativo y simultáneo, la oposición que estuvo dividida entre el PRM y bloque opositor; inmediatamente el principal partido disidente del oficialismo negoció con el criterio del gobierno, dinamitó el joven bloque opositor. De esta forma, dando una estocada mortal a sus pretensiones de competir encabezando dicho frente.  La incoherencia se traduce en falta de transparencia, cito un fragmento de Tiranía de la transparencia autoría de Eduardo Hernández-Aznar: “Vivimos en la época de la hipertansparencia y donde si queremos generar credibilidad, debemos decir y hacer una serie de pautas coherentes en la línea de la transparencia, la eficacia, la solvencia y la responsabilidad. Eso es lo que demanda la ciudadanía de hoy.”

Actualmente vemos al principal partido opositor, con una postura contraria a la Constitución y a la propia ley de partidos respecto a la financiación de las primarias y su pobre excusa es que su proceso será cerrado y han propuesto la reducción de los fondos, es decir, quieren alzarse con el santo y la limosna y recibir un doble aporte de parte del Estado. He ahí nuevamente la incoherencia opositora.

¿Cuál es el principal recurso de una oposición exitosa?, es predicar con el ejemplo su discurso. De no lograr esto, simplemente se percibe como una oposición acéfala e incapaz de constituirse en un equilibrio democrático y mucho menos de cambio. Tal como el profesor Juan Bosch lo describiese en su obra, Dictadura con respaldo popular, el “wishfull thinking” es la práctica que los ingleses catalogan como la tendencia de considerar el mundo tal como uno quiere que sea y no como es en verdad. Por eso, desde el 2004 hasta la fecha la oposición dominicana ha estado en un letargo del cual se le ha hecho imposible despertar.

El discurso es la principal carta de presentación de la propaganda de todo proyecto político, por eso es prudente adaptar el mensaje al nivel intelectual de la capacidad receptiva de los destinatarios. Pero esto es inútil de no existir concordancia entre lo que dicen y hacen, porque el ciudadano lo observa como una falta de respeto a su inteligencia. Al carecer de esta importante particularidad, apelan a la crítica constante y sus propuestas pierden protagonismo, la oposición no puede apelar únicamente a la detracción contra el partido oficialista, según el consultor argentino, Carlos Fara en su conferencia, Cómo hacer campañas desde la oposición legislativa, realizó una observación pertinente en tiempos de campañas negativas, cito: “No hay que criticar todo el tiempo, la negatividad en el emisor hace que este pierda credibilidad.”

Para nadie es secreto ni existe duda alguna de que ciertos dirigentes opositores son lacayos del oficialismo. Que por dadivas han sido capaces de vender su partido y compañeros, tal cual fuesen alumnos aventajados de Fouche. Por esto y otras razones más, es imposible creer en el discurso opositor. La oposición actualmente ha perdido su esencia, se encuentra disgregada e incapaz de unificarse alrededor de un líder y por eso, se ha desnaturalizado gradualmente con el pasar del tiempo.

Por eso, en la última entrega de la Gallup-Hoy, un 10 por ciento de los encuestados dijeron identificarse con la oposición, pero votarían por el expresidente Leonel Fernández. Porque con un discurso coherente ha podido edificarse como el equilibrio democrático con miras al 2020.

Concluyo con la frase de Yago de Marta, cito: “Gana un debate quien construya la imagen más clara en la mente de los demás.”

Por; Jesús M. Guerrero

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