Oye Multitud – Quisqueya Libre

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Por Dra. Claudia Hernández 

Una patria libre e independiente un sueño de nación, interpretado y desarrollado por nuestros grandes héroes del triunvirato Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella.

Cada uno de los integrantes, la noche de la constitución de esa sociedad secreta, juraba lealtad ante un documento que rezaba así: “En el nombre de la Santísima, augustísima e indivisible trinidad de Dios omnipotente: juro y prometo por mi honor y mi conciencia en manos de nuestro Presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del gobierno haitiano y a implantar una república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera. Así lo prometo ante Dios, y el mundo. Si tal hago, Dios me protegerá, y de no, me lo tome en cuenta, y mis consocios me castiguen el perjurio y la traición si los vendo”. Después de suscrito el documento este se firmó con sangre de cada uno de los firmantes.
El nombre de la nueva nación, República Dominicana, viene de Dominus, la nación del Señor o de Dios, y el símbolo de su bandera, donde se verifica la cruz blanca en memoria del sacrificio de Cristo y las palabras contenidas en su escudo “y conocéis la verdad, y la verdad os hará libres”, un pasaje tomado del libro Neotesta Sentano a Juan, lo convierte en el único escudo en el mundo que le da la participación legal y absoluta a la palabra de Dios, encabezando sus encantos con tres palabras: Dios, Patria y Libertad. Primero Dios, como creador, segundo la Patria, y tercero, libertad, reconociendo la realidad bíblica de que sólo en la verdad del Señor hay libertad.El conjunto de todos estos elementos ha testimoniado la fe y la gran influencia de la Biblia cristiana en las mentes y corazones de los forjadores de nuestra nación. La cruz blanca dijo al mundo que la República Dominicana ingresa a la vida de la libertad bajo el amparo de la civilización y del cristianismo.
La cruz de nuestra bandera no es el signo del padecimiento, sino el símbolo de la redención. Los criollos dominicanos se liberaban del pueblo haitiano, el cual basaba sus creencias religiosas en las tradiciones animistas, expresadas a través del vudú traído de África, con sus prácticas que incluyen el fetichismo, los rituales y los trances, que por medio de un subrepticio sincretismo se habían introduciendo sigilosamente en las tradiciones del Caribe, las cuales Duarte comprendía que tenían que ser erradicadas de raíz, para que le nueva nación tuviera una independencia en las tres esferas de la existencia: la material, la intelectual y la espiritual.
Es con orgullo que los dominicanos andamos a los cuatros elementos los fundamentos cristianos, que dieron origen a nuestra nación, esperando ansiosamente el momento en que no sólo en nuestra bandera, sino en nuestros corazones y conciencias estos valores sempiternos sean escudo e insignia.

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