En diciembre de 2017, el Bitcoin estaba en boca de todos. La criptomoneda más popular salía definitivamente de los círculos geeks para colarse en los telediarios mundiales gracias a un ritmo de crecimiento que le llevó a cotizarse por encima de los 20.000 dólares. Apenas unas semanas después, ya en 2018, el Bitcoin comenzaba a caer en picado. En marzo su valor se había depreciado en más de un 60% hasta situarse por debajo de los 7.000 dólares.
De vuelta a la actualidad, la criptomoneda superó la semana pasada el valor de los 10.000 dólares, una cifra que no se había visto desde que se despeñara de su valor más alto hace año y medio. El 26 y el 27 de junio llegó a superar los 13.000 dólares, pero solo 24 horas después cayó un 22%. Un ritmo creciente con caídas repentinas en cuestión de minutos para después volver a subir que ha hecho que algunos vuelvan a recordar las semanas locas de finales del ’17.