Dra. Claudia Hernandez.
Entendiendo al ‘Influencer’ como una herramienta para la publicidad y construcción de
una marca (Branding), es momento de indagar como se debe utilizar y en que momentos es
pertinente sacar éste as bajo la manga.
La mayoría de marcas le están apostando es estas herramientas, a veces sin conocer su
potencial o funcionamiento. El ‘Influencer marketing’, como también se le conoce a esta
practica, es una de las tendencias más fuertes de la actualidad, “no es para menos pues, la
naturalidad, visibilidad y credibilidad que las nuevas estrellas de la red añaden al discurso
de las compañías es garantía de éxito” (Marketing Directo, 2016).
Según Muela y Baladrón (2010) “el consumidor 2.0 se informa mucho antes de realizar
una compra y, por tanto, ésta es mucho más racional”. Puesto que este tipo de consumidor ya no cree en la falsa realidad que la publicidad genera, fue necesario que se demostrara la
realidad con personas reales, conocidos ahora como ‘Influencers’.
Lo que hace el ‘Influencer marketing’ es transformar la visión de las cosas, mostrar una
realidad con realidad, cambiando por completo el modelo tradicional de marketing que la
mayoría de marcas había utilizado. Los ‘Influencers’ ofrecen sus opiniones personalizadas,
sabiendo que cuentan con la confianza de sus consumidores, es decir, Target; este les da la
libertad de no ser imparciales, por lo tanto sus dichas juicios se toman con realidad, como el
consejo que un conocido da (Díaz, 2017). La confianza que estos personajes adquieren por
parte de sus consumidores, crea un vínculo, una relación emocional que es proyectada por
un personaje del común; es decir, el público lo ve como alguien normal que tiene una voz
en el mundo. Aquí es posible observar una de las estrategias que el Branding Emocional
utiliza para llegar al cliente efectivamente.
Las nuevas generaciones de consumidores son cada vez más difíciles de convencer, no
solo porque no confían en la publicidad, también pretenden y quieren ser únicos. Se debe
tener en cuenta que este tipo de personajes, refiriéndonos a los nuevos consumidores,
toman decisiones por lo que ellos creen y piensan (la emoción sobre la razón), siempre
“será más fácil trabajar sobre las percepciones o prejuiciosos que tienen los consumidores,
que cambiar esas percepciones preconcebidas” (Chen, 2014). La clave de éste es identidad,
identificación con el otro, él (Influencer) es el público (Consumidor), él los entiende y sabe
lo que quieren.
Entendiendo la identificación como la clave del éxito; una marca debe conocer primero
su Target, a quién quiere dirigirse y vender su producto o servicio. Después de ello, elegir
cuáles serían los mejores canales de difusión para alcanzar el objetivo propuesto; el paso
más lógico consiste en buscar cuál sería la categoría de ‘Influencers’ que necesita y cuál de todos ellos es el más adecuado. Por lo tanto los ‘Influencers son “las figuras que
protagonizan este trabajo de investigación. Ellos, a través de la red, apoyan a diferentes
marcas, y las promocionan mediante su contenido multimedia, que llega a millones de
personas (sus seguidores o followers)”.
Es claro que “el poder de recomendación e influencia gracias a las redes sociales es muy
efectivo, y este hecho no ha pasado desapercibido para las marcas y empresas” (Castelló y
del Pino, 2015, pág. 47). Además Castelló y del Pino (2015) aseveran que,
las acciones publicitarias con influenciadores digitales reproducen la figura del
tradicional prescriptor en publicidad, pero con particularidades propias de un nuevo
marketing, que pone de manifiesto los cambios ante los que nos encontramos,
producidos al hilo de la actual revolución tecnológica.
Lo cual deja claro que en el mundo transmedia y multidisciplinar en el que los
consumidores viven actualmente, los ‘Influencers’ se convierten en parte integral de la
construcción de marca con la ayuda de la emoción (Branding emocional).