Pero dos pitcheos le costaron muy caro la noche del miércoles. En una temporada en la que los jonrones han sido su principal enemigo, Verlander permitió sus bambinazos 32 y 33 del 2019 en una derrota por 2-1 ante los Tigres en Minute Maid Park.
Sin embargo, Verlander hizo historia de cualquier manera con sus 11 ponches, convirtiéndose en apenas el quinto lanzador en la historia de Grandes Ligas que suma 10 abanicados o más en siete aperturas seguidas. Así, se unió a Chris Sale, el dominicano Pedro Martínez, Nolan Ryan y Randy Johnson. Sale y Martínez tuvieron rachas de ocho, con el zurdo lográndolo en un par de ocasiones.
El dominicano Ronny Rodríguez se la botó a Verlander en el quinto y John Hicks lo castigó abriendo el noveno para romper el empate 1-1.
Eso fue todo. Verlander no permitió más corredores y nunca lanzó con hombres en base, cerrando la joya de dos horas y 12 minutos con 99 lanzamientos.
“Es una píldora dura de tragar”, reconoció Verlander tras el cotejo. “Obviamente quieres llevarte la victoria. Quieres que gane el equipo. Un mal pitcheo en el noveno. Batallamos y permití la carrera de la ventaja otra vez en el noveno. Es uno de esos juegos. No culpo a nadie, menos a mí mismo. Pude haber hecho un mejor trabajo ejecutando ese lanzamiento en la novena”.
