Cristina Fernández de Kirchner en la cuerda floja

El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, está siendo zarandeado por el escándalo de la muerte no aclarada del fiscal Alberto Nisman, quien fue encontrado con una bala en la cabeza, horas antes de tener una cita en el Congreso de su país para hablar acerca de las aparentes maniobras de encubrimiento realizadas por la Presidenta, en combinación con el gobierno de Irán, en relación al caso del acto terrorista realizado en 1994, contra la Asociación Mutualista Israelita Argentina (AMIA).

En este atentado dinamitero, que según las investigaciones de los fiscales argentinos, fue organizado por agentes de inteligencia iraní, murieron 85 personas y mas de 300 resultaron heridas, convirtiéndose en la mayor matanza de judíos desde que Hitler ejecutó a millones de israelíes europeos en la Segunda Guerra Mundial.

Existe desde el año 2006 un acta de imputación en contra del gobierno de Irán en los tribunales argentinos, donde el hoy difunto fiscal Nisman, acusa directamente a los gobernantes de ese país, de ser los autores intelectuales y económicos del atentado, y al grupo terrorista Hezbollah como el brazo ejecutor.

La gran sorpresa la dio el fiscal, cuando a principios de enero, decidió imputar a la Presidenta Cristina Fernández y a su Canciller Hector Timerman, por los delitos de conspiración y encubrimiento de un crimen, en base a las escuchas telefónicas realizadas durante la investigación, y pidió un embargo retentivo de 200 millones de pesos contra los acusados.

¿Cuál es la acusación?, pues que la Presidenta y sus colaboradores llegaron a un acuerdo con el gobierno de Irán para proteger a los autores del atentado a cambio de privilegios para la importación de petróleo y venta de granos a precios preferenciales.

Hay que recordar que la Argentina es un país, donde reside la quinta comunidad judía mas grande del mundo y existe un movimiento peronista en el gobierno, que estuvo vinculado al fascismo históricamente,de un gobierno, ya que Perón nunca ocultó su admiración por Hitler y Mussolini.

Después de presentar su acta de imputación, Nisman fue citado a una comparecencia al Congreso de la Nación para el día lunes 19 de enero, donde prometió dar detalles del acta de acusación y responder a todas las preguntas que se le hicieran, esta cita se realizó a pedido de los parlamentarios de la oposición.

El domingo 18, es decir, el día antes de su presentación, el fiscal fue encontrado muerto en una habitación de su apartamento, con un disparo en la cabeza, lo que se interpretó como suicidio, aunque las pruebas periciales han descartado la presencia de pólvora en sus manos y la imposibilidad de muerte por su propia mano después de estudiar la trayectoria del proyectil.

Imaginemos ahora la reacción de la Presidenta, que acostumbra a hablar por Twitter y Facebook, la mañana del lunes escribe varios twitter donde asume la teoría del suicidio, para al día siguiente plantear en un largo escrito en Facebook que fue un asesinato, quedando atrapada en la maraña de los 140 caracteres y la espontaneidad de las redes sociales.

Es decir, el caso ha caído en una situación de incredulidad de parte de la sociedad argentina que en la última comparecencia de Cristina por televisión se realizó una encuesta donde dicen creer mas en la serie de dibujos animados los Simpson, que en la palabra de la jefa del estado.

Para colmo de los males de la Presidenta, el pasado viernes el fiscal Gerardo Pollicita, quien recibió de parte de Nisman un legajo con mas de 300 paginas de pruebas documentales sobre este caso, decidió imputarla por ¨encabezar un plan delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní para que se sustraigan de la acción de la justicia argentina¨ y pidió su comparecencia para interrogarla.

Al cumplirse un mes de la muerte, aún sin aclarar del fiscal Alberto Nisman, hoy 18 de febrero, se realizará una ¨marcha del silencio¨en la ciudad de Buenos Aires, convocada primero por los fiscales y después por la mayoría de las fuerzas sociales de ese país, donde se hará sentir el rechazo a la violencia y el pedido de justicia frente al poder político.

Parece que como todos los gobiernos de larga duración la Presidenta Cristina Fernández terminará muy mal el mandato popular de que fue objeto en dos ocasiones, al final, todo lo que sube tiene que bajar.