Editorial de Teleradio América
Nada se mira con más honor que medir la eficiencia de un funcionario con la responsabilidad de un puesto público y que se juzgue con odio y resentimiento, pero sobre todo respeto como es el caso de cobrar impuestos.
De la muerte y los impuestos nadie se salva.
Con esa sentencia queremos señalar que del pago de impuestos nadie está exento, y desde que nacemos hasta que morimos los impuestos nos acompañan.
Son muchas las ocasiones que en forma irritada preguntamos a qué se destinan los impuestos que como ciudadanos pagamos.
La respuesta a esta pregunta es que los impuestos deben ir en beneficio la sociedad con mejores hospitales, carreteras, alumbrado eléctrico, acueductos, educación, áreas verdes, sistema judicial y seguridad social y ciudadana, entre otros.
A través del Presupuesto General de la Nación donde se registra lo que el gobierno dominicano cobra de impuestos, lo que va a gastar e invertir a través de sus diferentes ministerios y departamentos tenemos el deber de ser fiel vigilante del manejo de esos recursos.
Con este editorial queremos destacar el valor que tiene para el bien de la sociedad el pago de nuestras obligaciones impositivas y el involucramiento de los ciudadanos en velar por la claridad, en una correcta aplicación de los fondos públicos.
El gobierno actual tiene en nómina para esos fines, sin miedo a decirlo, personas que han ganado el respeto de la ciudadanía por su profesionalidad. Por eso desde el Multimedios Teleradio América enjuiciamos positivamente la labor del director general de Impuestos Internos, licenciado Guarocuya Féliz, un funcionario que ha prestado sus servicios al Estado con entereza, transparencia y honestidad.
Desde esas funciones tan delicadas, junto con un formidable equipo de profesionales, una plataforma tecnológica que no tiene que envidiarle nada a una nación del primer mundo, y locales de recaudación impositiva confortables, el licenciado Guarocuya Féliz ha dado una nueva dimensión al pago y recaudación de impuestos en nuestro país por medio de la DGII.
Sabemos que el Estado no agradece ni guarda rencor, pero también queremos apuntar que la sociedad dominicana valora, estima, a funcionarios que promueven la ética y la calidad en el servicio público.
Son los éxitos que puede exhibir este gobierno, en este caso, tiene nuestro apoyo. No usamos estos editoriales para agradar o dar lisonjas estamos muy lejos de eso, solo reconocemos un trabajo, pero bien hecho.
