El convenio bipardista, por valor de $80 mil millones de dólares eleva el techo de la deuda hasta marzo de 2017 y aumenta el nivel de gastos para programas domésticos y militares por dos años.
Tras el voto de 266 a 167, el plan fue enviado al Senado, el cual podría comenzar a considerarlo el jueves. El tiempo es crucial porque las dos Cámaras necesitan aumentar la autoridad de préstamo de la nación para el 3 de noviembre si quieren evitar un incumplimiento de pagos de la deuda soberana.
La aprobación del presupuesto también permite al Congreso evitar la amenaza de los miembros más conservadores, de obligar a un cierre parcial del gobierno en protesta contra el contínuo aumento de la autoridad de préstamo.
El trato presupuestario es un gran logro para el saliente presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, de Ohio, quien había prometido no dejar la “mesa limpia” antes de retirarse de su cargo y del Congreso esta semana.
La participación de Boehner fue crítica en la negociación del acuerdo presupuestal, así como las de los líderes republicanos del Senado y el presidente Barack Obama.
La mayoría de los demócratas votaron a favor del pacto, diciendo que eliminaría los frecuentes enfrentamientos de los años pasados y proveería la certeza y estabilidad que la economía de Estados Unidos necesita.
Un gran número de republicanos se opuso al trato, alegando que había sido negociado en secreto y que prestaba al futuro para pagar el presente.
En una acción poco común, varios demócratas agradecieron a Boehner por su papel para alcanzar el compromiso.
Luego de la votación, la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, elogiaron el convenio destacando el papel de Boehner y Obama en el acuerdo que dijeron beneficiará a los trabajadores estadounidenses.
