Guatemala: Nuevo presidente cree que “muchos volvieron a creer que la política no es sinónimo de corrupción”

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Editor Elvira Guillén  (Tomado de BBC Mundo).- James Ernesto Morales Cabrera era para los guatemaltecos Jimmy Morales, un humorista. A partir de ahora será presidente Morales.

“Ni ladrón, ni corrupto” fue el lema de la campaña que el domingo lo llevó a ganar de forma contundente en el balotaje en una elección marcada por los escándalos de corrupción.

No en vano, la primera vuelta se celebró poco después de la renuncia del presidente Otto Pérez Molina y con la ex vicepresidenta también en prisión.

Morales será el segundo presidente más votado de la historia del país centroamericano.

Tras su éxito electoral, Morales habló con BBC Mundo sobre las prioridades de su gobierno, cuya andadura empezará en enero de 2016.

¿Cuál fue la clave de su victoria?

Creo que el tema del pasado sin señalamientos de corrupción y el ofrecimiento de luchar contra la corrupción hizo bastante eco en la población guatemalteca y logramos que el pueblo confiara en nosotros. Muchos volvieron a creer que la política no es sinónimo de corrupción.

¿Cuánto cree que le debe de su victoria al movimiento que se conoce como la primavera del descontento? ¿Cree que habría podido ganar sin este esfuerzo?

Nosotros creemos que sí. Ese movimiento inició en el mes de abril y nosotros iniciamos nuestra campaña en mayo. Entonces yo creo que la combinación de un pasado con vista pública, ante la sociedad, más un discurso coherente de los actos con las palabras, creo que ayudaron a que en mayo, junio, julio y agosto se consolidara una imagen y ahora se ratificó con la segunda vuelta de la forma en que quedó.

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Usted es conocido como humorista, pero tiene una maestría en Estudios Estratégicos con especialización en Seguridad y Defensa. ¿Siempre supo que se dedicaría a la política?

No, yo me dediqué a la política a partir de 2011. Bueno, en realidad, todo empezó en una beca que tuve en España, donde estuve estudiando en 1999, en donde estando lejos de mi país me di cuenta de que yo era un hombre enamorado de Guatemala y que me dolía mucho la situación en la que se encontraba.

Cuando regresé vine trabajando duro con el tema del crecimiento cívico patriótico y en 2004 tomé la decisión de empezar a prepararme para dirigir a Guatemala desde la presidencia. En 2008 continué los estudios, recientemente culminé un doctorado en Teoría Estratégica también.

En 2010, fue cuando inicié el proyecto político, funcionando en un partido que posteriormente desapareció porque no llenó los mínimos básicos en las elecciones de 2011, pero seguí trabajando el proyecto y hoy estamos acá como candidato electo.

¿Qué representa usted para la política guatemalteca?

Un ciudadano común que conoce la problemática del país. Yo vengo de vender plátanos en un mercado, de vivir en una casa en donde no había un baño sanitario sino una letrina, vengo de vender ropa en la calle, vengo desde muy abajo.

Mi licenciatura la estudié en la universidad pública. He sido docente en la universidad y en distintas entidades académicas. Posteriormente tuve comercios en mercados del país, hasta llegar a tener una productora audiovisual que ha hecho radio, televisión, películas, teatro.

Creo que represento al ciudadano que se esfuerza y que a través de su trabajo logra, en un país con mucha dificultad, encontrar éxito de forma estándar, correcta y honrada.

Entonces represento al guatemalteco ciudadano, luchador y honrado.

¿Qué diría a los que le acusan de no saber mucho de política y que no se sabe de sus planes todavía?

Contestaría lo mismo que respondió Henry Ford cuando le preguntaron los del Senado estadounidense qué sabía de la industria automotriz. Él les dijo: “Bueno, si me ponen un teléfono al frente yo les contesto lo que quieran porque yo no lo sé todo, pero sí sé quién sabe”.

Hay muchas demandas de reforma política por parte del pueblo guatemalteco. ¿Cuál es su prioridad como presidente?

Nosotros tenemos como prioridad el clamor del pueblo, que va en tres líneas: en primer lugar, cero tolerancia con la corrupción, que ha sido nuestra promesa y eso lo hemos venido demostrando desde nuestra campaña política porque acá en Guatemala las campañas electorales se han hecho recibiendo financiamiento oscuro, tanto de empresas como del narcotráfico que lo que quieren es contratos con el Estado y ventas de negocios de medicinas o cosas así. Nosotros en nuestra campaña dimos muestra de no aceptar ese tipo de financiamiento. Dentro de la presidencia, vamos a trabajar con el cumplimiento de la ley y con rendición de cuentas, cosa que en Guatemala no se hace.

El segundo tema del clamor popular es la reforma de algunas leyes, como la Ley electoral y de Partidos Políticos que, en determinados momentos, viene a ser parte de la problemática porque permite muchos vicios dentro de los partidos y deja abierta la ley a muchas lagunas sin que haya sanciones realmente importantes para quien incumpla la ley. Aparte está la Ley de la Carrera Civil y otras seis o siete leyes que están en el Congreso y que toda la población quiere que sean aprobadas lo más pronto posible. Nosotros nos hemos sumado a esa petición popular y estaremos tratando de apoyarlas desde la presidencia.

Finalmente, la gente quiere que se vean algunos hechos contundentes como, por ejemplo, que los hospitales tengan medicinas. No es posible que en un país como Guatemala que es cierto que es pobre pero no tanto como para que la gente se muera en los hospitales porque no hay medicinas. Entonces, nosotros creemos que si empezamos a dar este tipo de resultados en los primeros meses vamos a salvar y a recuperar la moral guatemalteca que está por los suelos.

¿La economía también será una prioridad?

El tema macroeconómico en el país no está malo, tenemos un crecimiento de 3,5% cuando otros países latinos andan con índices negativos o por debajo del 2%. Sin embargo, creemos que podemos mejorarlo si estimulamos algunas industrias como la industria de la construcción.

Podríamos, como decimos en buen latín, matar dos pájaros de un tiro: incrementamos las posibilidades de puestos de trabajo a través del estímulo de la construcción y también podemos luchar contra el déficit habitacional que es altísimo en Guatemala. Estamos hablando que cerca de un 50% de hogares en Guatemala no tienen casa, no tienen vivienda o tienen una en muy mal estado.

 

Si estimulamos la construcción y estimulamos el turismo y encima podemos fortalecer las pymes, que son las pequeñas y medianas empresas, creemos que podremos incrementar el Producto Interno Bruto y el crecimiento económico del país.

Al mismo tiempo, podemos hacer más distributiva y más distribuida la riqueza, porque estaremos apoyando a los micro, pequeños y medianos empresarios.

El número de votos indica que usted tiene mucha popularidad, pero tiene una fuerte competencia con la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (responsable de la investigación que llevó a la renuncia del presidente Otto Pérez Molina) por la que hay mucho amor. ¿Qué piensa de la Cicig y del trabajo que ha realizado en su país?

Que yo amo a la Cicig también. Entonces, por eso creo que ando de la mano con el pueblo.

Yo quiero que la Cicig nos ayude durante seis años más para poder depurar nuestras instituciones, incluida la misma presidencia que la he puesto a disposición de la Cicig y del Ministerio Público, que es la instancia que tiene que hacer ese trabajo a nivel nacional y que en conjunto con la Cicig ha hecho muy buen trabajo. Así es que no tengo problemas con la Cicig, por el contrario, tienen todo mi respaldo y todo mi apoyo.

Usted contará con 14 diputados en el Congreso, ¿cómo pretende sacar adelante sus propuestas en estas condiciones?

Tratando, como dijo el presidente (de Estados Unidos) Ronald Reagan, de tener tres de dos para gobernar: la presidencia, el Congreso y la opinión pública. Si sigo teniendo el respaldo del pueblo a través de una buena conducta y de buenas medidas políticas y económicas, creo que vamos a tener a la opinión pública de nuestro lado y ahí podemos gobernar.

 

Usted es humorista, ¿cuán importante es el sentido del humor para gobernar un país complicado como Guatemala?

El ser humano es igual en todo el mundo. A nadie le gusta una persona gritona, irrespetuosa, intransigente o incumplida. A todo el mundo le gusta una persona que combina bien sus principios y sus valores con una sonrisa y con un chascarrillo o un chistecito durante la conversación.

El humor me abrió mucho la puerta para poder llevar grandes mensajes. Me gusta mucho la ilustración de “El gran dictador” de Charles Chaplin, creo que no hay otra película que tenga un contenido tan fuerte que esa y fue llevada con humor. Además, yo creo que soy una persona que puede combinar bien: sé dónde estar serio y dónde hacer humor.

 

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