Hace muchos años escuché decir a uno de los asesores que traía al país el partido COPEI para ayudar a su aliado continental el Partido Reformista, que un candidato a cualquier elección debería estar rodeado de personas preocupadas por ganar hasta el día de las elecciones, desechando a los que pregonan triunfos que todavía habría que construir.
Esas mismas palabras escuchamos este fin de semana de un político tan ducho como el presidente y candidato del Partido de la Liberación Dominicana, Danilo Medina, en una de las asambleas donde se le proclamó como propuesta electoral por uno de los partidos que concurrirán aliados al PLD en las próximas elecciones.
La política es una mezcla de razón y pasión, reflexión humana y fervor irracional; como lo han escrito filósofos especialistas en el tema tan antiguos como el florentino Nicolo Machiavelo o pensadores extraordinarios de este siglo como el británico Bertrand Russell.
La pasión que despiertan los números que marcan las encuestas a favor de Danilo, la cantidad de partidos que apoyan su candidatura, la confección de una boleta electoral que refleje el debido equilibrio y participación de todos los partidos y agrupaciones que conforman el gran frente electoral que lo apoya, no debe hacer bajar la guardia a su base de apoyo y creerse que ya ganaron, a mas de 100 días de distancia, el próximo torneo electoral.
Es que así como la política es razón y pasión, las campañas electorales ademas de esto deben estar sostenidas por una estructura política, cuyo trabajo final se produce el día de las elecciones con la movilización organizada de cientos de miles de electores, previamente identificados por los partidos, hacia los colegios electorales, y el control y supervisión del conteo y consolidación de los datos que producirán un resultado.
Unas elecciones complejas como las que se producirán en menos de cuatro meses en nuestro país, necesitarán el concurso de miles de voluntarios procedentes de las filas de los partidos, en el caso de las candidaturas del PLD y aliados, que en base a una planificación previa y designación de responsabilidades, se encarguen de establecer mayorías de votos por colegios electorales a base de un titánico esfuerzo colectivo el día de las elecciones.
A esto es que creemos se refiere el actual presidente de la República, cuando dice que ¨si las elecciones fueran hoy, ganaríamos cómodamente sin hacer ningún tipo de campaña. Pero como no son hoy y faltan mas de tres meses para las elecciones, exhorto a todos a que busquen los votos donde estén; hasta debajo de las piedras¨.
Sin dudas la coalición que se está produciendo alrededor de Danilo luce invencible en un torneo electoral normal, como los que se han producido en el país en los últimos años, sin embargo la popularidad que reflejan las encuestas deben convertirse en votos que se cuenten en las urnas y esto depende directamente de la consolidación de un equipo electoral donde todos son importantes.
Cuando el 13 de mayo en horas de la noche cesen los ruidos de los jingles, cesen las marchas y caravanas, las gorras repartidas sean ya inservibles, las banderas tengan que guardarse y los candidatos digan sus ultimas palabras para dar paso a la jornada de reflexión previa a las elecciones, será el momento en que la pasión de estos meses, de paso a la organización racional del ejercito electoral que demostrará la mayoría en forma de votos.
Y en el caso del PLD y aliados, Danilo Medina y todos los candidatos que lo acompañaran hasta en el mas apartado rincón del país, lo que se necesita son personas preocupadas, dejar atrás el triunfalismo irracional, porque ese día con el primer boletín de la Junta Central Electoral, es que tendremos la prueba de que la mezcla de pasión y razón dio el resultado que se esperaba.
