Editorial de Teleradioamérica.
La ciudad de Santo Domingo, cuna de los primeros monumentos coloniales de América, es una ciudad hostil.
Dante, autor de la Divina Comedia, se queda chiquito ante la descripción del infierno, cuando comparamos el caos y el desorden que vive la ciudad de Santo Domingo.
Un simple recorrido por las principales arterias del gran Santo Domingo revela la falta de gerencia de una ciudad que vive y crece en forma desordenada.
El panorama de la ciudad Primada de América se destaca por un desorden en la circulación vial, semáforos dañados, negocios de todo tipo en las aceras, parqueos irregulares, ocupación de las áreas verdes y a eso hay que agregarle los grandes cúmulos de basura que son un foco de enfermedades, como el dengue que ha matado a más de 100 dominicanos.
El ruido y la contaminación sónica nos colocan como una de las ciudades más ruidosas del mundo.
Los mercados donde se abastece la mayoría de la población que vive en la capital dominicana presentan un panorama que avergüenza y asquea.
Sin higiene no hay salud y eso lo saben las autoridades del cabildo del Gran Santo Domingo.
Donde están nuestros impuestos, de qué forma se invierten, es la pregunta.
Seamos más gerentes y menos demagogos.
Concluimos este editorial con la frase de una de las primeras inteligencias del siglo XXI Peter Bruker cuando señalaba…”se puede decir que no hay países subdesarrollados sino mal gestionados”.
