Parecería que la lucha contra la delincuencia fracasó en la República Dominicana, sin embargo entendemos que lo que ha fracasado es la planificación para vencer las causas que generan la infracción de distintas leyes sobre todo, el flagelo de atracos, homicidios y otras modalidades delincuenciales que existen en todo el país.
Lo peor es que las cárceles, están repletas de jóvenes en edades entre 17 y 22 años de edad, acusados de traficar con drogas, asesinatos y atracos, lo que significa que las cárceles, no contribuyen en lo absoluto a regenerar a nadie, sino, todo lo contrario, se convierten en lugares de entrenamiento para especializara un mas, a los que viven en el bajo mundo.
Teorías y estudios sobre el control o la reducción de la delincuencia, encontramos por doquier, pero de ahí, a que desde el Estado, se planifiquen y ejecuten políticas públicas que garantice una mejor calidad de vida para nuestros adolescente, o jóvenes que por alguna razón hayan desertado de los liceos o universidades, es parte del compromiso que pretendemos plantear en nuestra propuesta.
En qué consiste la creación de un domo judicial contra la delincuencia? Primero en que el Estado Dominicano, sepa las siguientes informaciones:
- Cantidad de personas que trabajan en el estado y en el sector privado.
- Determinar el número de personas desempleadas
- Qué cantidad de estudiantes en los niveles, primario, secundario y superior tenemos en el país.
- Cuantos profesionales liberales tenemos, médicos, contadores, ingenieros, u otros, que trabajan ofreciendo sus servicios de manera individual.
- Es posible que el estado tenga un registro con los nombres de todos los choferes de carros y autobuses públicos, moto conchistas, vendedores ambulantes, colmaderos, salones, mercados, entre otras manifestaciones de micro empresariales.
Si estos datos se registran correctamente, tendremos una seguridad social, más eficiente, las recaudaciones fiscales aumentarían y el gobierno podría implementar mas planes sociales, para enfrentar el desempleo.
El domo judicial implica más control sobre los ciudadanos, más compromiso, más educación, más oportunidades, más eficiencia, más crecimiento y una reducción sin dudas de hechos delictivos.
Nuestro país, acaba de invertir más de 2 mil millones de pesos en el Plan de Regularización de extranjeros, para definir su estatus migratorio, especialmente, hijos de haitianos, que carecían de documentos, hoy pueden contar con un documento que lo acredita como dominicanos descendientes de haitiano, como trabajador con un carnet que le permite laborar y transitar sin ningún problema.
Bajo el domo judicial, colocaremos a los dominicanos que por su condición, no estudian, no trabajan, no tienen un negocio independiente, ni recibe remesas del extranjero.
Debajo de este domo judicial, estarán los malos, hasta que se vuelvan buenos, pero también estarán los policías, los políticos, los alcaldes, las juntas de vecinos, los organismos internacionales.
La clave de todo esto es la planificación, investigación, la ejecución y la medición.
Muy buen articulo!