Hay evidencias serias de amenazas contra quienes profesan la fe cristiana e incluso acciones materializadas aunque todavía algunos pretendan subestimarlas.
Católicos y ortodoxos han sido perseguidos en el Medio Oriente al igual que en el norte y centro de África, según ha trascendido en los medios de comunicación.
Ello ha levantado preocupación del liderato religioso de Occidente y Oriente.
El Papa Francisco ha vuelto a advertir a la comunidad cristiana universal que debe unirse y dejar atrás las diferencias para enfrentar a un enemigo cuyo objetivo final es destruir el cristianismo y sus seguidores en el planeta.
Aprovechando el impacto de su histórico encuentro con el patriarca ortodoxo ruso Kirill en La Habana, Cuba, primero en mil años de dos jerarcas religiosos que representan posiciones y concepciones pastorales diferentes, Francisco reflexionó sobre la persecución de los cristianos en Oriente Medio.
Al margen de la simbolización del memorable encuentro entre ambas personalidades cristianas hay precedentes de que estamos en la antesala de una renovación del pensamiento, estilo, visión y orientación de la fe espiritual.
Parecería que se aproxima una nueva era de aceptar y respetar la diversidad religiosa sin denostar, menospreciar y etiquetar a las personas devotas.
La declaración conjunta suscrita por el líder religioso ruso y el máximo representante del catolicismo universal es contundente en la urgente necesidad de un acercamiento para salvar a la humanidad de una catástrofe religiosa.
“La conciencia cristiana y la responsabilidad pastoral no nos permiten que permanezcamos indiferentes ante los desafíos que requieren una respuesta conjunta”, narra una parte del texto rubricado por el papa Francisco y el patriarca ortodoxo ruso Kirill.
Documento Histórico
¿Pero cuáles puntos contiene la declaración conjunta de los dos jerarcas religiosos?
-El papa Francisco y el patriarca Kiril han llamado a la comunidad internacional a unirse para poner fin a la violencia y el terrorismo y proteger a los cristianos perseguidos en Oriente Medio, donde “son exterminados en ciudades, aldeas y familias enteras”.
-También han lamentado “los sufrimientos de los seguidores de otras tradiciones religiosas que se convierten en víctimas de la guerra civil, el caos y la violencia terrorista”.
-Los líderes de las dos iglesias han insistido en que “es necesaria una ayuda humanitaria a gran escala al sufrido pueblo y los numerosos refugiados en los países vecinos”.
-El patriarca y el papa piden a “todos los que puedan influir en el destino de las personas secuestradas, incluidos los metropolitanos de Alepo Paul y Yohanna Ibrahim, secuestrados en abril de 2013, hacer todo lo posible para su más pronta liberación”.
-Dirigiéndose a todas las partes involucradas en los conflictos, el patriarca y el papa insisten en la necesidad “de mostrar buena voluntad y sentarse a la mesa de las negociaciones”.
-En esta época turbulenta, hace falta un diálogo interreligioso. Las diferencias en el entendimiento de las verdades religiosas no deben impedir a las personas de distintas fes vivir en paz y armonía”.
-Los líderes de las dos iglesias han llamado a no ser indiferentes ante los refugiados y también han denunciado que “el consumo desenfrenado, típico de los países más desarrollados, agota rápidamente los recursos de nuestro planeta”. Asimismo, han criticado que “el crecimiento de la desigualdad de distribución de los bienes de la tierra aumenta el sentimiento de injusticia del sistema de las relaciones internacionales que se impone”.
-El patriarca Kiril y el papa Francisco han manifestado su preocupación por la limitación de los derechos y la discriminación de los cristianos en muchos países.
-Hablando sobre el conflicto en Ucrania, los primados de las iglesias han llamado a todas las partes del mismo “a la prudencia, la solidaridad social y la actividad pacificadora”. Asimismo, han llamado a las Iglesias en Ucrania a “abstenerse de participar en la confrontación y no apoyar el desarrollo del conflicto”.
-Entre otros temas, los líderes de las iglesias han criticado “la crisis de la familia en muchos países” y han lamentado que “otras formas de convivencia se igualan” al matrimonio de una mujer y un hombre. Han llamado a “respetar el derecho inalienable a la vida” en referencia a “millones de niños que son privados de la oportunidad de nacer”. Asimismo, han criticado que la divulgación de la eutanasia lleva a que personas mayores empiecen a sentirse una carga para sus familiares y la sociedad.
Unidad Religiosa
“Está claro que este encuentro es la voluntad de Dios”, dijo el Papa Francisco al referirse a la histórica cita que tuvo con el Patriarca ruso Kirill.
Más aún, el mensaje firmado por ambos líderes religiosos formula inquietudes compartidas por los feligreses y autoridades pastorales de distintas partes del mundo como por ejemplo abrir las ventanas de la comprensión para promover un diálogo interreligioso.
Y formula un llamado a disminuir los niveles de desigualdades económicas y sociales así como la exclusión de que son víctimas millones de seres humanos en el planeta.
Igualmente exhortan a la comunidad internacional a unirse para poner fin a la violencia y el terrorismo y proteger a los cristianos perseguidos en Oriente Medio.
De pronto los resultados tangibles de la histórica reunión entre el Papa Francisco y el patriarca ortodoxo ruso Kiril, en el Aeropuerto Internacional “José Martí”, de La Habana, Cuba, se pudieran traducir en una disminución de los antagonismos religiosos en lo que tiene que ver con el persistente radicalismo de algunas sectas.
Por supuesto, se deberán hacer esfuerzos para disminuir la dolorosa comercialización de la fe que se advierte en muchos países del mundo, incluida la región de América Latina.
Desde Cuba, el Papa Francisco se dirigió a México donde ha estado agotando una intensa agenda de encuentros pastorales, misas y conversaciones directas con diversos sectores, incluidas las excluyentes y marginadas comunidades indígenas.
Ojalá la batalla de la fe encuentre un espacio para la armonización, unificación y entendimiento entre el liderato religioso apelando al extraordinario ejemplo de amor, sacrificio y entrega de Jesucristo.
Articulo de Manuel Díaz Aponte
