Brasil enfrenta una recesión económica histórica y uno de sus principales problemas es el déficit fiscal

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Editor Yasmel Bueno

BRASIL (EO).- Si bien la situación crítica de la política brasileña ha acaparado los titulares de la prensa y ha atraído la mayor parte de la atención de los habitantes del país, no es el único problema de Brasil. A un largo proceso de impeachment (juicio político) contra Dilma Rousseff por manejos inadecuados de fondos del Estado, se suma una crisis económica histórica que ha complicado más la situación del país y lo ha sumido en una recesión que lleva ya su segundo año.

Los analistas económicos temen, además, que la debacle política arrastre aún más a la economía más importante de América del Sur y termine por generar una reacción en cadena en los demás países de la región.

El frágil momento que vive Brasil en materia económica, marcado por una fuerte desaceleración de la productividad y un alto déficit fiscal, ha preocupado a varios organismos internacionales, entre los que se encuentra el Fondo Monetario Internacional (FMI). Su directora, Christine Lagarde, declaró el jueves pasado que sigue con mucha preocupación el desarrollo de la economía brasileña, que se espera que caiga 3,8% durante este año.

“A pesar de su reputación de ser un lugar soleado y cálido, hay vientos muy, muy fríos soplando en Brasil. Con la previsión de una caída de 3,8% este año, la situación es muy preocupante”, declaró Lagarde en una conferencia del FMI y el Banco Mundial. Según Lagarde, el FMI no pretende involucrarse en las peripecias políticas de Brasil, pero espera que “de alguna forma el país logre remover las incertidumbres y hacer que las políticas macroeconómicas sean apuntaladas sobre terrenos firmes”.

En ese sentido, expresó que una estrategia adecuada sería implementar políticas que no abandonen los objetivos fiscales y permitan la construcción de un “ambiente de negocios para la creación de crecimiento”.

Uno de los principales problemas que afronta la economía brasileña es la falta de inversión del sector privado, que se inhiben frente a la delicada situación política. Según explicó hace algunos días el economista jefe para América Latina del Banco Mundial, Augusto de la Torre, “los inversionistas privados tienden a esperar a ver qué pasa con el ambiente político antes de invertir y eso retrasa la recuperación en Brasil y además hace más difícil la conversación sobre las políticas fiscales que hay que tomar para corregir los desequilibrios”.

Por ende, es claro que el gran freno de la economía va de la mano con la situación política, y hasta que la situación no se estabilice, es difícil que esta se recomponga. Si Dilma Rousseff es destituida por el Congreso de Brasil, su vicepresidente Michel Temer se hará cargo del gobierno hasta 2018.

De asumir eventualmente el cargo, Temer tiene como principal objetivo la recuperación económica. En ese sentido, ha planteado diversas medidas de corte liberal que han tranquilizado a los mercados y a los grupos empresariales. Esas medidas incluyen recortar un gasto público que representa “el 40% de la renta nacional”, revisión de programas sociales “excedidos”, mejor gestión de deudas externas, una reforma fiscal e impulsar una “política de desarrollo centrada en la iniciativa privada”.

Además, Temer propone establecer una edad mínima de jubilación, ya que Brasil es uno de los pocos países que no posee una. El líder del PMDB buscará que la edad mínima para los hombres sea superior a los 65 años y 60 para las mujeres. También descarta indexar las jubilaciones al salario mínimo.

Por último, Temer buscará una mayor apertura comercial a través de la firma de convenios regionales en “áreas económicas relevantes”, como Estados Unidos, Europa y Asia.

Para Uruguay es fundamental que la economía brasileña goce de buena salud: el gigante norteño pesa cerca de 14% en la balanza comercial de bienes del país y es su principal cliente, junto con China. Según la Unión de Exportadores, las ventas desde Uruguay a Brasil cayeron en febrero 23,77% en relación con febrero de 2015.

El ministro de economía, Danilo Astori, calificó días atrás de “muy preocupantes” las cifras brasileñas, y destacó que Brasil ha sido desplazado por China como el principal cliente en bienes. (Basado en AFP)

CRONOLOGÍA

2/12/15  El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, acepta un pedido de impeachment contra Rousseff por supuesto maquillaje de las cuentas públicas.

16/3/16  El Supremo Tribunal Federal destraba el desarrollo del pedido de impeachment, congelado por conflictos procesales.

17/3/16  Los diputados eligen una comisión de 65 miembros que deberá evaluar si hay causas para destituir a Rousseff.

29/3/16  La dirección del PMDB aprueba la ruptura con el gobierno de Rousseff.

11/4/16  La comisión aprueba el impeachment. La cámara agenda el inicio del debate para el viernes 15.

15/4/16  Comienzan los debates en la Cámara de Diputados; se necesitan dos tercios para aprobar la acusación contra Rousseff.

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