Las Lecciones de las Elecciones

Por Doctor Darío Nin

Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.

Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

Los versículos anteriores, se encuentran en el capítulo 5 de San Mateo y son los enumerados desde el 38 al 48.

¿Por qué los he puesto al inicio de un título como el del presente escrito?  En verdad  no lo sé, pero antes de iniciar el día pedía al  Señor que guiara mis pasos y al escudriñar las escrituras esos fueron los versículos  que llegaron y quise compartirlo como primera cosa con ustedes.

Escuché parte  del discurso del Presidente, pasada las elecciones, y  definido su perfil de ganador con más de un 60% de los votos. El presidente pedía  a Dios que lo aleje de la prepotencia  de la soberbia y de la arrogancia.

La prepotencia, la soberbia y la arrogancia, generalmente llegan con el poder y  el sentirse; en su propia opinión, indispensable, esto así hasta  que la realidad golpea en la cara y la caída que se  sufre es estrepitosa. Y por supuesto, doblemente dolorosa porque hiere lo físico y lo espiritual  o de una manera más llana y terrenal,  lo económico y el ego.

Pero volviendo al señor Presidente y sus palabras, me gustaría seguir citándole  y recuerdo aquí lo siguiente “el pueblo votó por un presidente con el que se puede conversar por la calle y al que le duele el dolor de la gente. Eso tenemos que asumirlo si queremos seguir gobernando al país”

Como solemos  decir los abogados, el requisito sine  qua non, si quieren seguir gobernando al  pueblo, es  aspirar a ser y convertirse en  un presidente con el que se pueda conversar por la calle y al que le duela el dolor de la gente. Eso tienen que asumirlo si quieren seguir gobernando al país. Interpreto al Presidente.

Cabe una pregunta: ¿Quién  parecería ser más humilde que el Presidente dentro de las filas de su Partido, que pueda  tomar la antorcha  y seguir la carrera?

Cuando el Presidente decidió repostularse,  le  critiqué  por avocarse a someter una modificación a  la Constitución con este sólo objeto;  pero,   a mi vez,  reconocía dos cosas: el activo ofertado, y que sin dudas  ganaría la re postulación.  Manifesté también en ese artículo, que si finalmente pasaba la modificación, a pesar de mi crítica y oposición,  cerraría fila para apoyarle;  pero advertía en ese mismo artículo que el PLD se la jugaba todas, aún ganando el Presidente su reelección.

Aseguraba lo anterior; porque si el Presidente, con la popularidad que exhibía  decidía apoyar a un candidato de su Partido,  este candidato sin dudas  ganaría y él (el Presidente)  conservaba la posibilidad de reivindicar la confianza del Pueblo  si  éste (el candidato apadrinado por él) no lo hacía como se esperaba que lo hiciere.

En consecuencia, Danilo Volvería  en el periodo siguiente  sin nadie que le pudiera hacer sombras.  Parece una posición ingenua la mía, ya que he de entender  que en política las cosas no son así, pues  la principal misión de un político es retener el poder y él tenía como acaba de demostrarlo todas las posibilidades para lograrlo.

Pero ahora que se empieza un nuevo episodio, un capítulo más del gran libro que se llama historia política del Estado Dominicano, es oportuno aunque de repente y paradójicamente parezca  extemporáneo , recordar que existen varias  lecciones  que aprender,  como  la  de ser humilde, y por supuesto desterrar la soberbia y la prepotencia que saben exhibir muy bien, muchos funcionarios de   primera línea.

Lección a  aprender es, que si sabes conectar con el pueblo y te convierte en dirigente  o líder,  interpretando sus necesidades teniendo los recursos para hacerlo; no prometas nada. Ejecuta, y no tendrás que abrir la boca para convencerle de ti y tus intenciones.

No intuyan, que  lo digo lo traigo por las ejecutorias del Presidente, No.  Lo digo,  por las del senador de San de la Maguana   Félix Bautista, quien le ha dado un tapaboca a todos su detractores con razón o sin ella,  al obtener la más alta puntuación en estas elecciones a pesar de lo tortuoso que le ha sido este cuatrienio.

Se nos ha hecho largo el escrito y quedan más lecciones que aprender en este proceso según mi punto de vista, pero eso será material de una próxima entrega.

Hasta la próxima.

Darío Nin

 

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