Una mujer en la India hace huelga de hambre desde el 2000

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Editor Elvira Guillén Santo Domingo, República Dominicana.- Irom Sharmila mantiene la huelga de hambre más larga del mundo, contra una ley que otorga poderes casi ilimitados al Ejército. De 40 años y espíritu indomable, es alimentada a la fuerza con suero.

Irom Sharmila no come desde el 4 de noviembre de 2000. Esta mujer de 40 años mantiene la huelga de hambre más larga del planeta. La «Dama de Hierro» de Manipur, en el noreste de la India, afirma no tener hambre. Hasta que el Gobierno elimine una ley que otorga poderes casi ilimitados al Ejército no volverá a probar bocado.

El 2 de noviembre de 2000 diez personas fueron abatidas a tiros mientras esperaban el autobús por un comando de los Assam Rifles, después de que un grupo guerrillero atacase al Ejército. Un día más tarde Sharmila compartió una última comida con su madre y se declaró en huelga de hambre hasta la abolición de la Ley de Poderes Especiales de las Fuerzas Armadas (AFSPA), una ley que permite al Ejercito el uso de la fuerza, el arresto o el disparo con la sola sospecha de actividades terroristas. La ley también establece que ningún militar puede ser juzgado sin la aprobación del Gobierno central.

Sharmila permanece encarcelada en el Hospital Jawaharlal Nehru de Imphal, capital de Manipur, bajo el cargo de intento de suicidio, alimentada a la fuerza con suero. “El Gobierno me acusa de cometer un delito, pero estoy combatiendo las balas con un arma espiritual: el hambre”.

Alimentada a la fuerza

Tres veces al día dos enfermeras inyectan proteínas, vitaminas y carbohidratos líquidos por la nariz de la activista para mantenerla con vida, una práctica -la alimentación forzada- que la Organización Médica Mundial considera «un tratamiento inhumano y degradante». La «Dama de Hierro» pesa 37 kilos, sufre problemas en los huesos y no tiene menstruación. Para no beber agua, se limpia los dientes con algodón seco. Ocupa sus días leyendo. Escribe poesía. Practica cuatro horas diarias de yoga. Apenas recibe visitas, la policía no lo consiente. Renunció a ver a su madre por miedo a flaquear. No se le permite pasear al aire libre, un derecho del que sí disfrutan presos de crímenes violentos.

Tampoco puede disfrutar de un romance, aunque sea por correspondencia. Cuando el británico de origen indio Desmond Coutinho le declaró su amor por carta, los seguidores de la activista se opusieron a la platónica relación. Sharmila anunció que estaba enamorada y sus seguidores acusaron a Coutinho de ser un espía del Gobierno. Temían que la «Dama de Hierro» abandonase su lucha.

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