Aquí clamamos los que pagamos… Pacto Fiscal pero ¡YA!

AQUÍ CLAMAMOS LOS QUE PAGAMOS PACTO FISCAL PERO YA
AQUÍ CLAMAMOS LOS QUE PAGAMOS PACTO FISCAL PERO YA

Por Humberto Salazar

El mejor negocio que existe en este país es ser rico o ser pobre, porque los que tenemos la desgracia de pertenecer a la clase media en todos sus niveles, parece que estamos destinados a pagar con nuestro sudor, para que los de abajo mejoren su calidad de vida, mientras los muy ricos evaden su responsabilidad impositiva con privilegios negociados con diferentes gobiernos.

En el año 2012 el Congreso Nacional aprobó la Ley denominada ¨Estrategia Nacional de Desarrollo República Dominicana 2010-2030¨ (Ley 01-12), que en su artículo 21, manda a reformular todos los ingresos y gastos del gobierno, partiendo de una reforma estructural fiscal integral discutida y aprobada en un ¨pacto fiscal¨.

Lo que en lenguaje entendible significa modificar desde la raíz, a través de un gran acuerdo nacional, toda la arquitectura sobre la que se fundamenta el sistema de recolección de impuestos e inversión del gobierno.

Si alguien tuviera dudas de que esto es necesario, solo habría que trasladarse al año 1991, cuando la República Dominicana atravesaba por una crisis económica de enorme magnitud, fruto del desequilibrio macroeconómico que produjo el gasto excesivo del gobierno de la época.

Esto se resolvió con cambios estructurales aprobados en una reforma impositiva integral aprobada y comenzada a ejecutar en 1992, esta devolvió al país a equilibrios presupuestarios que produjeron un alto crecimiento económico con una formulación de políticas sociales que disminuyeron la pobreza a cifras nunca vistas en nuestro país, 28% en el año 2000, según el Banco Mundial.

Los efectos económicos de la reforma fiscal de 1992 fueron tan beneficiosos y produjeron efectos tan esperanzadores, que llevaron a que el Presidente Joaquín Balaguer, le dijera a Leonel Fernández, antes de traspasarle el mando en 1996, que le entregaba un país que era ¨como un avión en la pista a punto de despegar¨.

Todo esto se perdió en el periodo 2000-2004, durante el funesto gobierno del PRD e Hipólito Mejía, cuando se dio inicio a una alocada carrera de endeudamiento, que tuvo su clímax con el rescate por parte del gobierno de los bancos quebrados, lo que a su vez convirtió en deuda publica lo disfrutado por los banqueros corruptos, el llamado deficit cuasi-fiscal del Banco Central.

Los desequilibrios de presupuesto, casi todos deficitarios durante los últimos años, se producen por la necesidad de invertir en devolver la calidad de vida perdida a los mas de 1 millón de pobres que se crearon en solo dos años, entre el 2003 y el 2004, ademas de mantener una serie de subsidios inevitables para un país que salía de un shock económico negativo.

Ahora, los que han estado financiado esto han sido los consumidores dominicanos, mas del 60% de los impuestos en la República Dominicana están dirigidos al consumo, es decir, los que están pagando los platos rotos y soportando la carga impositiva en el país, son los que van al supermercado, a las tiendas, a los restaurantes hablan por teléfono o usan internet.

Durante años hemos estado poniendo parches al sistema impositivo dominicano para cubrir los subsecuentes deficits de presupuesto que aprobamos cada año, y tratar de mantener un equilibrio que no nos devuelva a la época de la devaluación e inflación, que es lo que acecha a todo el que se endeuda para pagar deuda, que es lo que ha estado ocurriendo en la República Dominicana en los últimos años.

Y aquí esta centrada la discusión, nuestro país ciertamente produce riqueza, que sin embargo no se refleja en un incremento de los ingresos del gobierno, y este tiene que lidiar con una sociedad donde se exige una mejor educación pública, mas presupuesto para salud, mejores servicios de carreteras, financiamiento a la producción agrícola, y otras necesidades, las que no pueden ser cubiertas sino es con endeudamiento.

Es decir, vivimos en un país que aparentemente camina hacia la riqueza, con un estado que se ha quedado pobre para cubrir lo que requiere esa sociedad; donde en 16 años se han realizado 10 ¨parches o curitas¨ fiscales, que solo han servido para distorsionar la estructura impositiva planteada en la reforma de 1992 y cargar sobre un solo grupo de la población el financiamiento del gobierno.

Durante todos estos años, los deficits han sido financiados con impuestos a los que consumimos, es decir la ¨jodida¨ clase media de la República Dominicana, que da todo y recibe nada o casi nada a cambio.

Por ejemplo, el ITBIS, que fue fijado en 1992 entre el 6 y 8%, ya va por el 18% (siempre es mas fácil remendar que ser creativos), cuando nos sentamos en un restaurante, el acto de sentarnos nos cuesta el 28% (18% de ITBIS mas el 10% de propina legal) sin habernos comido ni un pastelito ni tomarnos un vaso de agua.

Ni hablar de que a la clase media de este país le han aumentado los impuestos a las placas de los vehículos, a los pagos con cheques, a las telecomunicaciónes (un récord del 29%), a poseer una vivienda, a cobrar un cheque por un empleo, se nos cobra por la seguridad social y aparte hay que contratar planes diferenciados para tener algo de salud a los cuales también se les agregan impuestos.

Es decir, toda la carga esta de un solo lado, y así hay sectores en este país que se oponen a que de manera responsable este gobierno y el Congreso, validados ya por el voto popular, se aboquen a un pacto que apruebe una reforma impositiva donde los burros que componemos las clases medias de este país caminemos con un poquito menos de carga.

Lo mejor en la República Dominicana es ser pobre, porque este disfruta de subsidios para la electricidad, la comida, el gas de cocinar, la salud; desayuno, almuerzo y merienda para los muchachos que van a la tanda extendida y ademas, como si tienen un negocio es informal, por lo que tampoco paga nada de impuestos.

O ser parte de las clases altas y privilegiadas, las que poseen varias contabilidades en sus industrias y negocios, reciben subsidios ¨legales¨ por mas de 150 mil millones de pesos al año, a esto súmele la evasión sin consecuencias, que ha sido la tradición en este país durante muchos años, es decir, como los impuestos no son a la riqueza y todos consumimos los mismos productos, los muy ricos pagan lo mismo que las clases medias y los pobres.

Esta es una de las contradicciones mas grandes que existen en nuestro país, un estado cada vez mas pobre en relación a la riqueza que produce la nación (la presión tributaria es del 14% desde el año 2000), reparte subsidios e incentivos a diestra y siniestra contando solamente con los bolsillos de quienes están obligados a ser transparentes con sus ingresos porque tienen empleos formales y son los principales consumidores de productos y servicios sin subsidios.

El problema es que la economía tiene una profunda relación con la actividad política, al final los políticos son los administradores de la ¨polis¨ según los griegos, entonces cada vez que se habla de impuestos, que es lo mismo que un pago obligatorio, esto se usa como bandera en contra de los gobiernos de turno.

En la República Dominicana en estos momentos estamos ante una situación especial, porque como en Grecia donde se creó el primer sistema democrático, en nuestro país impera la voluntad de la mayoría, y en el caso del gobierno del Presidente Danilo Medina, ostenta la mas amplia mayoría que haya obtenido gobierno alguno en la historia política dominicana.

Es decir, el gobierno actual tiene varias obligaciones que cumplir: debe cumplir con la Ley 01-12, debe equilibrar el presupuesto, debe seguir invirtiendo en la mejoría de la calidad de vida de la gente mas necesitada, debe financiar el desarrollo del país, debe financiar al sector productivo de los pequeños y medianos productores y, entre otras cosas, tiene la obligación de mejorar la cantidad de dominicanos que aporten de su trabajo para distribuir la riqueza producida.

Si queremos cerrar la brecha de la desigualdad, en un país que ha demostrado la capacidad de su población para crear riqueza, es necesario romper con el circulo de agresión tributaria a que ha sido sometida la clase media de nuestra población y construir consensos que reformen una estructura de impuestos muy desequilibrada, donde unos pagan todo y otros no pagan casi nada.

Es cierto como dijo el Ministro Administrativo de la Presidencia que aquí clamamos por un pacto fiscal, claro, los que pagamos, los demás quieren que todo se quedE igual, solo que de continuar financiando deuda con deuda, lo que llegaríamos es a hacernos insolventes y a llevar al país a una crisis económica donde todoS pagaríamos un altísimo precio.

Pacto fiscal pero ya….los que pagamos no soportamos mas.

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