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El presidente Danilo Medina está jugando al ajedrez político sacrificando piezas y moviendo otras en un intento de salvar su prestigio y el Gobierno.
El tiempo se ha convertido en el peor enemigo del primer mandatario que está entrampado en un reclamo ciudadano de tolerancia cero a la impunidad y castigo a la corrupción.
En ese ajedrez político se sacrifica a Diandino Peña, uno de los peones de este juego que se está realizando desde el Gobierno donde se está moviendo los reyes y las reinas.
En la política, como en el ajedrez está ausente la moral, lo importante ahora es crear en la población la percepción que el gobierno está empeñado en llevar a los corruptos a la cárcel y el mejor ejemplo es Diandino Peña del litoral de Leonel Fernández y que ha manejado más de 35 mil millones de pesos.
En este juego entra David Collado, no va a las marchas verdes, no tiene tasa de rechazo, es joven, lo apoya un grupo empresarial amigo del Presidente, no habla de llevar preso, como Luis Abinader y le cae simpático a la corriente del PLD en el gobierno y es respaldado por grupos mediáticos.
¿Qué mejor presidente que David Collado para el 20? Dirían los Danilistas, ni Leonel, ni Hipólito ni Abinader.
Queremos recordarle al Presidente que en ajedrez como en política después de una buena jugada tendrá que venir otra mejor.
¿Después de Diandino a quién le podría tocar? El único que creemos no se tocaría es al expresidente Leonel Fernández, ¿repetiremos la historia solo violada una vez?
Los presidentes no se tocan y se protegen, pero los que no lo son que pongan la barba en remojo ya que son fichas no indispensables.
