(Voa Noticias).-El líder secesionista de Cataluña, Carles Puigdemont, se enfrenta este martes a una presión creciente para que abandone sus planes de declarar la independencia de la región de España, mientras Francia y Alemania expresaron su apoyo por la unidad del país.
El gobierno de Madrid, que lidia con la mayor crisis política que vive España desde un fallido intento de golpe de Estado en 1981, dejó claro que responderá de forma inmediata a cualquier declaración unilateral.
El martes la policía rodeó varios edificios públicos y clausuró un parque en torno al parlamento regional catalán, en Barcelona, antes de una posible declaración de independencia por la tarde.
El presidente de la región, no ha revelado los detalles del mensaje que ofrecerá en la sesión plenaria de las 18:00, hora local, aunque otros políticos independentistas han dicho esperar una declaración basada en los resultados del cuestionado referendo sobre la secesión del 1 de octubre.
El presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez, recordó “que el pueblo catalán ha hablado y ha dicho ‘sí’ a la independencia” y advirtió que la represión por parte de Madrid “convierten la declaración de independencia en la única salida”.
Los independentistas han declarado válida la victoria de su bando en la votación, que se celebró en medio de una agresiva respuesta policial. Las tácticas de la policía desencadenaron protestas masivas.
Pero la posible independencia también ha generado un éxodo cada vez más grande empresas que ya se han marchado o dicen que se marcharán de Cataluña si se declara la independencia.
Al anuncio de cambio de domicilio de los bancos CaixaBank y Sabadell, se ha unido otra serie de empresas grandes y pequeñas cuyo valor en el mercado equivale a cerca del 50% del Producto Interno Bruto de Cataluña, según algunos analistas.
Sánchez desestima esos presagios y los encasilla en el grupo de “mentiras, amenazas, rumores e intoxicaciones” para hacerles sentir solos.
No obstante, el asunto ha dividido profundamente tanto a la región nororiental como a la nación española. Cientos de miles de partidarios de la unidad inundaron las calles de Barcelona durante el fin de semana para protestar contra los planes de ruptura.
Animada por esta muestra de apoyo, la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo el lunes: “Yo apelaría en este último momento a la gente sensata de la Generalitat, (…) que no se tiren al precipicio, porque van a arrastrar a la gente detrás”.
“Si declaran unilateralmente la independencia, habrá decisiones para restaurar la ley y la democracia”, comentó Sáenz de Santamaría a la radio Cadena Cope.
El respaldo llegó también desde los pesos pesados de la Unión Europea: Alemania y Francia.
La canciller alemana, Angela Merkel, habló sobre la crisis el sábado con el presidente español, Mariano Rajoy, indicó su portavoz el lunes. En la conversación, reiteró su apoyo a la unidad de España y animó a profundizar el diálogo.
Por su parte, Francia aseguró que no reconocerá a Cataluña si declara la independencia de manera unilateral, agregando que una decisión así conduciría a la expulsión automática de la región de la UE.
“Esta crisis necesita ser resuelta con diálogo a todos los niveles de la política de España”, comentó la ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau.
