Caracas (PL).- La guerra económica es hoy el principal eslabón en los planes contra el gobierno del presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, con vistas a frustrar las elecciones presidenciales del 20 de mayo.
Crear malestar en el pueblo y atacar las bases del sistema financiero destacan en los designios estadounidenses y de la derecha nacional, negada a resolver las diferencias a través de las urnas y la conciliación pacífica.
Sin embargo, el gobierno lanzó en los últimos días una ofensiva contra esta estrategia que busca acrecentar los niveles de rechazo y malestar de la población en contra del presidente Maduro a escasas semanas de las elecciones.
Urgido por la población a tomar medidas drásticas, entre ellas una acción anunciada por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), que insta a cumplir con marcaje de precios en bienes y servicios, el Ejecutivo comenzó a actuar.
Evidentemente hay claridad en que los abusos que enfrenta la población en la manipulación de precios por comerciantes tanto de alimentos como de otros servicios y bienes forman parte de la agresión.
Contra esto el Sundde emitió un comunicado ante el incumplimiento del marcaje de precios en los productos, contenido en la Providencia Administrativa 070/2015, publicada en Gaceta Oficial.
En el documento destinado a todos los sujetos de aplicación, personas naturales y jurídicas de derecho público y privado, nacionales o extranjeras que desarrollen actividades económicas en el país, se recordó que el incumplimiento de esta providencia hace presumir la comisión de delitos de especulación, acaparamiento, boicot y desestabilización de la economía.
Destacó en lo que va de semana una medida aplicada para proteger el salario del pueblo. El gobierno atacó parte del mercado subterráneo de cambio, una de las principales vías usada para fijar precios a productos y servicios en detrimento del salario de la población.
La víspera el vicepresidente ejecutivo de la República, Tareck El Aissami, informó que un total de 105 personas se encuentran detenidas, puestas a la orden del Ministerio Público, por atentar contra el sistema financiero del país.
En transmisión en vivo por Facebook ‒realizada en conjunto con el presidente de la República, Nicolás Maduro‒ El Aissami indicó que a través de la ‘Operación Manos de Papel’, activada por los órganos de la seguridad del Estado, se ocuparon además más de tres billones de bolívares en cuentas bancarias.
Planteó el vicepresidente que ‘hemos logrado golpear, además, redes importantes trasnacionales que estaban vinculadas al contrabando de extracción de papel moneda y también está capturado uno de los principales jefes de una página que colocaba la taza criminal del dólar para desestabilizar el sistema financiero y económico’.
Esto es apenas un botón de muestra de lo que enfrenta el país, y ante esta situación muchos venezolanos urgen a la Asamblea Nacional Constituyente que decrete congelar todos los precios hasta el 31 de diciembre, y tomar medidas drásticas contra los infractores, incluso hasta prisión, como una forma de frenar la agresión.
Una mención merece la medida de aplicar un nuevo cono monetario a partir del próximo 4 de junio que ayudará a los esfuerzos gubernamentales para estabilizar la situación del país.
Según el ministro del Poder Popular para la Agricultura Urbana, Freddy Bernal, esta guerra no convencional se caracteriza por una inflación inducida, por lo que los precios se incrementan de forma descontrolada, unido a un cerco financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos y sus aliados internacionales.
‘Estamos en guerra: guerra económica, guerra mediática, cerco financiero, inflación inducida y ataque al cono monetario. En esta jugada macabra contra el pueblo, han comenzado desde hace varios años a desaparecer nuestra moneda, transformándola en una mercancía y vendiéndola en Cúcuta hasta el 200%’ por encima de su valor real, resumió Bernal en un foro en el Banco Central de Venezuela sobre el Bolívar Soberano.
La ofensiva oficial ya comenzó y se esperan en los próximos días nuevas acciones para contrarrestar el ataque de los enemigos del chavismo encaminados a torpedear el desarrollo del proceso comicial del 20 de mayo.
