Migrañas, dolores de cabeza, de espalda, ardor de estómago… Son síntomas que sienten casi todas las embarazadas. Pero cuando aparecen no debemos tomar cualquier medicamento.
Los antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno, que tomamos como si nada en épocas normales, están totalmente prohibidos durante el embarazo: pueden dañar la salud del bebé y perjudicar su desarrollo.
En algunos casos, el médico puede recetarlos –de manera precisa y por tiempo limitado– si el estado de salud de la mujer lo impone. Pero de ninguna manera debes tomarlos por tu cuenta. Para atenuar los dolores puedes recurrir al paracetamol.
Para los dolores importantes a veces se receta codeína de manera puntual. Pero dado que puede afectar al feto, deben limitarse las tomas.
En casos extremos, cuando la embarazada está enferma, el médico puede administrar morfina en dosis mínimas.