Tras Weinstein, festivales buscan mayor equidad de género

harvey weinstein
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“Para nosotros por un lado esto es un negocio, como de costumbre”

New York, Estados Unidos.- Asia Argento dijo que la violó durante el Festival de Cine de Cannes. Mira Sorvino que la persiguió en un cuarto de hotel en el Festival Internacional de Cine de Toronto. Rose McGowan que abusó sexualmente de ella en el Festival de Cine de Sundance.

Así como en los premios Oscar, Harvey Weinstein dominaba el mundo de los festivales, que le proporcionaban al desacreditado magnate el ambiente de pompa y champaña que facilitó muchos de sus presuntos delitos. Y como una secuela de los escándalos de violencia sexual en Hollywood, los festivales de cine han hecho algo de introspección.

Los códigos de conducta han sido reescritos, los procesos de selección reexaminados y, en muchos casos, los esfuerzos por tener una mayor equidad de género duplicados.

Cuando el telón de la 17ma edición anual del Festival de Cine de Tribeca suba el miércoles, el festival tendrá más cineastas mujeres que nunca. Luego que representaron un tercio de la programación el año pasado, las películas dirigidas por mujeres suman este año un 46%.

Jane Rosenthal, cofundadora del festival y directora ejecutiva de Tribeca Enterprises, quido particularmente lanzar el festival de este año con el estreno de un filme dirigido por una mujer, sobre una mujer. “Love Gilda” de Lisa Dapolito, sobre la comediante Gilda Radner, inaugurará el evento el miércoles en el Teatro Beacon de Nueva York. El primer episodio de la serie documental de Showtime de Liz Garbus “The Fourth Estate”, sobre la cobertura del New York Times del primer año de gobierno de Donald Trump, cerrará el festival. El 28 de abril se dedicará todo un día a conversaciones sobre Time’s Up, en las que participarán personalidades como Ashley Judd y Julianne Moore, a beneficio del fondo de defensa legal y la iniciativa por la igualdad de género.

“Para nosotros por un lado esto es un negocio, como de costumbre”, dijo Rosenthal, apuntando los esfuerzos previos que Tribeca ha hecho para promover a mujeres cineastas, como su Premio Norah Ephron. “Pero nos asignamos una tarea: ¿Podemos llegar a un 50-50? ¿Podemos tener un 50% de directoras en el festival? Tenemos un 46. Diría que fue bastante fácil. Esas películas probablemente hubieran estado en el festival sin ese tipo de mandato”.

Los esfuerzos por mejorar el registro de igualdad de género en la industria del cine se han percibido en muchos de los grandes festivales de cine en años recientes. Buscar la paridad ha parecido, en ocasiones, una carrera armamentista mientras varios festivales publicitan su proporción hombres-mujeres. De cualquier modo, el mundo de los festivales está muy por delante de la industria (solo 8 de las 100 películas más taquilleras del año pasado fueron dirigidas por mujeres) y los Premios de la Academia (donde Greta Gerwig fue apenas la quinta mujer nominada a mejor dirección este año).

Un 37% de los 122 largometrajes este año en Sundance fueron dirigidos por mujeres, incluyendo “Seeing Allred”, sobre la abogada defensora de los derechos de las mujeres Gloria Allred. Por primera vez, los cuatro premios a dirección del festival fueron todos a realizadoras. El máximo honor, el Gran Premio del Jurado, lo ganó Desiree Akhavan por “The Miseducation of Cameron Post”.

En SXSW en marzo, ocho de 10 películas en la competencia narrativa fueron dirigidas por mujeres. El pasado septiembre en el Festival Internacional de Cine de Toronto, un tercio de la programación fue de directoras y aparte se lanzó una campaña de cinco años y 3 millones de dólares apodada “Share Her Journey” para apoyar a mujeres cineastas.

El Hot Docs Festival, un prestigioso festival de documentales que se realiza anualmente en Toronto, alcanzó la paridad de género por primera vez este año. Luego que en 2017 su programa incluyera un 48% de proyectos dirigidos por mujeres, sus 246 películas y 16 proyectos interdisciplinarios alcanzaron la proporción de 50-50.

Shane Smith, directora de programación de Hot Docs, que comienza el 26 de abril, dijo que reflejar la diversidad y la demanda del público es imperativo para “guardianes culturales” como los festivales de cine.

“Tener un festival integralmente diverso es siempre una meta para Hot Docs”, dijo Smith. “Pero dada la conversación y el zeitgeist y los sucesos mundiales del año pasado, sabíamos cuando abordamos el programa que queríamos lograr la paridad de género. Una vez que comenzamos a revisar las obras que nos llegaron, y la calidad de las películas y las historias contadas por cineastas mujeres, vimos que era una meta alcanzable este año. No íbamos a forzar que esto ocurriera si el trabajo no estaba ahí, pero dados los grandes pasos que vimos los últimos años, fue fácil”.

El Festival de Cine de Cannes, que abre el 8 de mayo, ha aplicado una estrategia diferente. Su director artístico, Thierry Fremaux, ha respondido regularmente a quejas sobre el bajo número de directoras seleccionadas para su prestigiosa competencia por la Palma de Oro diciendo que no le corresponde al festival considerar obras más que por su mérito y que el progreso solo puede venir de los estudios y las compañías productoras.

Los críticos dicen que el historial de Cannes (donde solo una directora, Jane Campion, ha ganado la Palma de Oro) habla por sí mismo. La semana pasada Fremaux anunció las películas que competirán este año en el festival, tres de ellas dirigidas por mujeres _ Nadine Labaki, Alice Rohrwacher y Eva Husson _ decepcionando a algunos que pensaron que Cannes se adaptaría a la era de #MeToo.

“La cuestión de una cuota no atañe de ninguna manera a la selección artística de un festival. Las películas son escogidas por su calidad”, dijo Fremaux en una conferencia de prensa la semana pasada. “Jamás habrá una discriminación positiva”.

Weinstein, quien ha negado las denuncias de abuso sexual en su contra, fue por años un trapichero dominante en Cannes, donde su caída se hizo sentir. “El Festival de Cine de Cannes no volverá a ser el mismo”, dijo Fremaux, quien prometió reexaminar la propia igualdad de género del festival en cuanto a salarios y selección de jurados.

La conexión de Weinstein con el Festival de Cine de Tribeca es menor, pero el escándalo de cualquier modo se sintió cercano. The Weinstein Co. y Tribeca Enterprises tienen sus sedes en el mismo edificio del barrio de Tribeca, en Manhattan. “Fue como: ¿quién es el extraño en la puerta de al lado?”, dijo Rosenthal, por años socia de producción de Robert De Niro.

Pero Rosenthal, ella misma miembro del movimiento Time’s Up, confía en que la industria esté despertando a un muy esperado cambio. Los festivales no tienen una influencia directa sobre lo que se hace y lo que se vende, pero pueden desempeñar un papel vital al exhibir el trabajo de cineastas talentosos y desatar conversaciones.

“He organizado un almuerzo de mujeres durante 15 años en el festival”, dijo Rosenthal. “Ahora estará abarrotado”.

Fuente: AP

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