La venganza de Florentino recae sobre Luca Zidane

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Luca Zidane es un portero diferente. Ni mejor ni peor, diferente. Palomitero de condición que domina el juego de pies con maestría, pero no el aéreo.

Luca Zidane es un portero diferente. Ni mejor ni peor, diferente. Palomitero de condición que domina el juego de pies con maestría, pero no el aéreo.

Con unos reflejos fuera de lo normal, capaz de paradas de dibujos animados y de cantadas a lo Pavarotti. Un portero, en definitiva, que no encaja en el perfil que gusta a Florentino Pérez, que los prefiere espigados, sobrios, atléticos, seguros… Como De Gea o Courtois.

Luca, 183 centímetros y 20 años, está preparando su salida del Real Madrid. Busca equipo donde poder demostrar su calidad. Una cesión para seguir creciendo e intentar demostrar que algún día podría defender la portería blanca.

Pero lo va a tener complicado, porque en el club no se olvidan de que su padre se negó a fichar a Kepa. Temen que su decisión fue para evitar echar a su hijo en enero pasado más que por defender a Keylor Navas.

Se queda sin protección

La inesperada salida de papá Zidane dejó una herencia complicada para Florentino Pérez. Sufrió para encontrar relevo y provocó un cisma con la Federación de Fútbol que puede arrastrar en los próximos años. Además, su renuncia fue por un enfrentamiento con el presidente, según ‘The Sun’, al negarse aceptar las imposiciones del club en el intento de elaborar una plantilla a su medida y no a la que quería Florentino Pérez.

Luca Zidane se ha quedado sin esa protección que le proporcionaba su padre. Ya extrañó que fuera el tercer portero del equipo con otros del mismo o mejor nivel que él en la cantera. Ahora, sin Zizou Florentino toma el mando y prescindir de los servicios de su hijo huele a venganza, pero, también, a que no ven en él al futuro portero del equipo.

Sobre el Autor

Jessica Hernandez

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