Artículo Claudia Hernandez- El  Aborto, la Biblia y la Iglesia

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El aborto (feticidio) es grave pecado contra el quinto mandamiento, (Ex 20:13). La Iglesia así lo ha enseñado desde el principio. “Mi embrión tus ojos lo veían” (Salmo 139/138, 16).

OYE MUTITUD

El  Aborto, la Biblia y la Iglesia

Por Dra. Claudia Hernandez

El aborto (feticidio) es grave pecado contra el quinto mandamiento, (Ex 20:13). La Iglesia así lo ha enseñado desde el principio. “Mi embrión tus ojos lo veían” (Salmo 139/138, 16).

La Biblia instruye claramente contra el aborto. Esta enseñanza sale a relucir de muchos modos y por muchas razones. Algunas personas señalan que la palabra aborto no aparece en la Biblia, y tienen razón. Sin embargo, la enseñanza sobre el aborto sí aparece. Este mismo es el caso de otras enseñanzas. La palabra Trinidad, por ejemplo, no aparece en la Biblia, pero las enseñanzas sobre la Trinidad sí. En cualquier caso, quien quiera negar la enseñanza de la Biblia con respecto al aborto la negaría aunque la palabra apareciera en ella.

Miremos algunas de las razones bíblicas por las cuales el aborto, la destrucción directa de un niño en el vientre materno, es tan terrible.

La Biblia enseña que la vida humana es distinta de los otros tipos de vida, ya que los seres humanos están creados a la imagen misma de Dios. La imagen de Dios ¡Esto es lo que significa ser un ser humano! No somos unas simples células que han sido unidas al azar por unas fuerzas impersonales, ajenas a nosotros. Más bien reflejamos auténticamente a un Dios eterno que nos conocía antes de que fuésemos hechos y que nos llamó a la existencia. Dios no sólo nos hizo, sino que nos valora. La Biblia nos habla de un Dios que está locamente enamorado de nosotros, hasta el punto en que se convirtió en uno de nosotros e incluso murió por nosotros, mientras que nosotros le seguíamos ofendiendo (Rom. 5:6-8). ¿Podemos decir que los seres humanos son desechables, como un carro, que son más los problemas que causa que lo que vale?

Dios no hace basura.

Quien cree en la vida tiene que creer que la vida humana es sagrada.

La Biblia enseña que los niños son una bendición.  Dios ordenó a nuestros primeros padres “sean fecundos y multiplíquense” (Gen 1:28) El amor desemboca en la vida. Cuando la primera madre trajo a la vida al primer niño exclamó: ¡Gracias a Yahveh he podido tener un hijo (Gen 4:1).

El profeta Amos condena a los amonitas ¡porque ellos al extender sus dominios abrieron el vientre de las mujeres encinta de Galaad (Amos 1:13). La Biblia enseña que el niño en el vientre es un niño verdaderamente humano, que tiene  una relación con el Señor, Dios conoce al niño no nacido ¡Me trajiste en el seno de mi madre, mis huesos no escapaban de tu vista cuando yo era formado en secreto (Sal 139:13,15)  Dios además ayuda y llama al niño no nacido. Tú eres mi Dios desde el seno materno (Sal 22:11) …me llamó por su mucho amor porque me había elegido desde el seno de mi madre (Gal 1:15).

Las Escrituras, de una manera repetida condenan la matanza de los inocentes. El mismo dedo de Dios escribe sobre piedra el mandamiento  “No mataras” (Éxodo 20:13) y Deuteronomio 5:17), y Cristo lo reafirma en Mateo 19:18, cuando resalta que Él primero menciona este mandamiento.

El Apocalipsis afirma que los asesinos no pueden entrar al Reino de los Cielos (Ap 22:15). La matanza de los niños es condenada por Dios de manera particular a través de los profetas.

En la tierra que Dios dio a ocupar a su pueblo, las naciones extranjeras tenían la costumbre de sacrificar en fuego a algunos de los niños. Dios dice a Su pueblo que ellos no deben tomar parte de este pecado (Salmo 106:35-36).

De hecho, este pecado de sacrificio de niños es mencionado como una de las principales razones por las  cuales el Pueblo de Dios fue destruido por los asirios y su gente llevada en exilio. Sacrificaron a sus hijas e hijos por el fuego y entonces Yahveh se enojó muchísimo y los arrojó lejos de su presencia (2 Reyes 17:17-18).

En verdad aquellos que dicen adorar a Dios y apoyan el aborto están cayendo en la misma contradicción que condena el profeta y necesitan escuchar el mensaje (Is 1:12-17) ¿Por qué vienen a profanar mi templo? Déjense de traerme ofrendas inútiles, ya no soporto más sacrificios y fiestas, cuando rezan con las manos extendidas aparto mis ojos para no verlos, aunque multipliquen sus plegarias no las escucho, porque hay sangre en sus manos. ¡Lávense y purifiquense! Aprendan a hacer el bien.

Busquen la justicia, den sus derechos al oprimido, hagan justicia al huérfano y defiendan a la viuda. El evento más impresionante de las Sagradas Escrituras que revela la dignidad del niño no nacido es el hecho de que Jesucristo mismo se encarnó en el vientre de María y vivió como un niño no nacido.

Desde el vientre de María hace el primer milagro de gracia en la visita de ella   a su prima Isabel: en su saludo el niño salta en el vientre e Isabel queda llena del Espíritu Santo.

La Iglesia, fiel a Jesucristo, siempre ha proclamado que la vida humana es sagrada desde el momento de la concepción.

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