Bryce Harper se lleva el Home Run Derby presentado por T-Mobile ante su gente

cut
cut
Bryce Harper arrojó su bate, levantó ambos índices hacia el cielo y soltó un grito de éxtasis mientras llovían serpentinas sobre la multitud de 43,698 aficionados.

(Associated Press), WASHINGTON .- La esférica superó la barda de jardín central y los aficionados estallaron en un solo alarido. Bryce Harper arrojó su bate, levantó ambos índices hacia el cielo y soltó un grito de éxtasis mientras llovían serpentinas sobre la multitud de 43,698 aficionados.

Pudo haberse tratado de un juego de playoffs. Pero que fuera solo el Derby de Jonrones no le importó a Harper ni a los aficionados de los Nacionales de Washington, que quedaron emocionados con ver al héroe local sacudir el último cuadrangular de la noche del lunes.

En medio de todo — en especial de una temporada complicada — Harper tomó el micrófono y dijo: “Este público: ¡Wow! ¡Nacionales de Washington, baby!”

Su compañero en Washington, Max Scherzer, el abridor por la Liga Nacional para el juego del martes, también apreció el momento.

“Es increíble. Estamos en casa”, dijo Scherzer. “El público lo respalda. Entró en ritmo, no se complicó y siguió pegando jonrón tras jonrón”.

Vistiendo una banda en la cabeza que asemejaba a la bandera del Distrito de Columbia y una manga en el brazo derecho con las franjas y las estrellas de la bandera estadounidense, Harper estaba abajo 18-9 con 1:20 de tiempo restante antes de remontar. Sonó jonrones en nueve de sus últimos 10 turnos del tiempo regular.

Harper hizo arreglos para tener a su padre, Ron, lanzándole en el concurso anual que es parte de las festividades del Juego de las Estrellas, lo que hizo que el momento fuera incluso más memorable.

“Solo soy tan bueno como el que me lanza la pelota”, dijo Harper con una sonrisa.

Horas antes del concurso, Harper se emocionó al hablar sobre la oportunidad de que su padre participara en el evento. El cañonero de 25 años dijo que su papá “se mató trabajando todos los días para proveer a su familia” y “poder lanzarme ahora en un parque de Grandes Ligas es la cereza del pastel”.

Después, Ron Harper dijo de su hijo: “Lo hizo fenomenal. Estoy muy orgulloso. Es un gran chico. No se puede pedir más”.

Ha sido una temporada complicada para Harper, quien batea para apenas .214 con los decepcionantes Nacionales. Ganó el concurso que muchos cañoneros evitan por miedo a que los desgaste o les saque de ritmo.

Harper, en cambio, solo puede esperar a que le ayude a recuperar su nivel.

Sobre el Autor

TRA Editor

TRA Digital

GRATIS
VER