Artículo Claudia Hernández – Septiembre  Mes de la Biblia

FB IMG 1516934414505 1 2 e1542031627596
FB IMG 1516934414505 1 2 e1542031627596

Oye Multitud

Septiembre  Mes de la Biblia

Yo Soy el que Soy. El libro por excelencia. Aunque después de mí vinieron miles de libros y siguen apareciendo, muchos ya están en el olvido y otros no tardarán en estarlo. Yo permanezco. No hay otra manera de explicarlo a menos que nieguen mi autoría. Por esa razón es que me han leído personas escépticas y quedaron igual. Pues todavía suponen que soy como cualquier otro libro y aunque trato de sorprenderlos se desilusionan al no poder probar mis verdades comenzando por la fe.

Otras personas me leen como cuando se dedican a la lectura de una buena novela. Es por eso que no ocurre ningún cambio positivo en sus vidas. Sin embargo, mi contenido es tan rico y variado que extraen hermosas historias, dramas, romances, tragedias que luego usan solapadamente como  “argumentos” para sus historias, películas, escritos que llegan a ser bestsellers tomando la gloria que no les pertenece. A pesar de eso, lo que obtienen de mí es en realidad muy poco porque el propósito para el cual fui creado es que los seres humanos recibieran a través de mí el mensaje de vida, libertad, amor, justicia y paz y no mera información. Desde que nací me han querido destruir de muchas maneras: prohibiendo mi lectura, escondiéndome, quemándome.

Sin embargo, estoy fuerte, como desde el principio. Soy el libro más traducido a miles de idiomas y lenguas en todo el mundo. No hay nación que no sepa algo de  mí. He vencido el obstáculo que se originó en la confusión de la torre de Babel con la multiplicidad de lenguas que surgieron. Hoy miles y millones pueden leerme en su propia lengua natal.

Sin embargo, la mayoría trata de escudriñarme procurando entenderme antes de creerme, pero cuando menos lo sienten, casi sin darse cuenta, mis palabras forman parte de su lenguaje. Es entonces cuando comprueban el impacto que hago en todo aquel que me ha leído. Incluso aprenden a pensar como yo pienso. Y como no soy egoísta, me complazco en enseñarles sobre muchos aspectos importantes de la vida a todos, incluyendo a los expertos a quienes les aporto información valiosa sobre las distintas ramas del conocimiento. Aunque algunos me sigan viendo sólo como un libro judío y por lo tanto piensen que les sería difícil aplicar mis recomendaciones a sus vidas, al leerme encontrarán que mis principios tienen vigencia universal.

Por ejemplo: cuando los astrónomos afirmaron que la tierra era redonda yo ya había dicho por medio del profeta Isaías: Él está sentado sobre el círculo de la tierra”. En otra parte de mis escritos menciono acerca de la “redondez de la tierra y que cuelga sobre nada”. Por otro lado, pasaron muchos siglos para que los médicos descubrieran que  la falta de higiene y el no lavarse cuidadosamente las manos, es lo que provoca las severas infecciones y la muerte a las personas después de ser operadas. Yo ya lo había dicho mucho tiempo atrás.

En cuanto a la forma de alimentación, hoy los nutricionistas hablan acerca de la importancia de la comida sana,  recomiendan excluir la carne de cerdo, que produce cisticercosis, enfermedad que afecta el cerebro y  puede producir la muerte, carnes animales con grasa saturada, moluscos, sangre de animales, porque  retiene bacterias debido a la putrefacción, y otros. También en estas áreas yo, el Libro de los Libros, recomendé que no se comieran hace miles de años.  Y sobre la contaminación, hoy se exige el uso de letrinas y otras normas sanitarias para canalizar las aguas negras y toda clase de desechos tóxicos y así evitar epidemias que causen la muerte a miles de personas. Yo también dicté normas de higiene hace miles de años.

También me han conocido por revelar el secreto de dónde se encuentra la vida de los animales y de los hombres  y la medicina confirma lo que yo pronuncié con antelación: la vida está en la sangre. En otras  partes de mí Job reveló dónde está el agua del diluvio acumulada en forma de hielo: los polos Norte y Sur. A pesar de la evidencia de mi singularidad, inspiración, preservación y veracidad siempre me han querido desacreditar. Por ejemplo, en el siglo XIX el movimiento de la alta crítica textual procuró hacerme pedazos, pero algo extraordinario paso ¡las piedras hablaron! La ciencia de la arqueología vino a destruir la incredulidad que sobre mí despertó ese movimiento: fueron apareciendo una a una las ciudades bíblicas que los grandes críticos indicaban que no existían. Otro  hallazgo que reafirmó mi veracidad fue el descubrimiento de ¡los rollos de mar Muerto en las cuevas de Qumran! Los que me lean con intención sincera no quedarán defraudado.

Sobre el Autor

Agencias De Noticias

TRA Digital

GRATIS
VER