Enfermedad de Lou Gehrig afecta la función cognitiva

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Aunque la evidencia de que el trastorno neurológico de Lou Gehrig causa estragos en el cuerpo con el cerebro intacto, un nuevo estudio sugiere que también dañaría la función cognitiva y la conducta.

Aunque la evidencia de que el trastorno neurológico de Lou Gehrig causa estragos en el cuerpo con el cerebro intacto, un nuevo estudio sugiere que también dañaría la función cognitiva y la conducta.

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) se conoce como enfermedad de Lou Gehrig por el jugador de los Yankees de Nueva York que se jubiló tras desarrollar el mal.

Este trastorno neurológico poco frecuente afecta principalmente las células nerviosas que controlan los movimientos musculares voluntarios, como caminar o hablar. No tiene cura y avanza en el tiempo hasta causar la muerte.

Los autores analizaron las habilidades cognitivas y conductuales, como la apatía y la simpatía, de 161 personas con ELA. Además, estudiaron a 80 personas sin ELA (grupo control).

A las personas con ELA les fue peor en los tests cognitivos, excepto en las habilidades visoespaciales, que el trastorno no afectaría, según publican los autores en Neurology. Los pacientes también tenían deficiencias cognitivas y conductuales frecuentes y graves en el tiempo.

“Es el primer estudio que demuestra que las etapas más tempranas de la enfermedad afectan la función cognitiva y la conducta, y que los pacientes tienen cada vez más problemas en las etapas más avanzadas”, dijo la autora principal, Sharon Abrahams, de la Universidad de Edimburgo en Reino Unido.

“En la última etapa, apenas un 20 por ciento de los pacientes no padece cambios cognitivos o conductuales”, agregó.

Los resultados sugieren que en todos los pacientes con ELA habría que pesquisar el deterioro conductual y cognitivo a medida que la enfermedad avanza, según opinó Abrahams.

El 29 por ciento de las personas con ELA tenía problemas cognitivos: los más comunes aparecieron en las pruebas de fluidez verbal y función ejecutiva, como prestar atención a dos tareas a la vez.

El 45 por ciento de las 149 personas con ELA informadas sobre los síntomas conductuales no tenía problemas, mientras que el 22 por ciento tenía un síntoma, el 14 por ciento tenía dos y el 20 por ciento, tres o más.

La apatía era el síntoma más común (31 por ciento), seguida de la pérdida de simpatía o empatía (28 por ciento) y los cambios alimentarios (25 por ciento).

En las primeras etapas de la ELA, una de cada cinco personas tenía trastornos cognitivos o conductuales. En la etapa más avanzada, esos valores eran, respectivamente, de 40 y 65 por ciento.

La dificultad para tragar estaba independientemente asociada con el riesgo de padecer trastornos cognitivos y conductuales, aun cuando las personas continuaban en las etapas tempranas de ELA.

Sobre el Autor

Jessica Hernandez

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