Hay cosas que, por mucho tiempo que pase, nunca cambian. Una de ellas parece ser el afán de los fabricantes de teléfonos Android por escalar a ritmo trepidante la cantidad de memoria RAM que soportan sus teléfonos. Llevamos ya años apreciándolo, habiendo servido en innumerables ocasiones para realizar comparativas en detrimento de los teléfonos de Apple, que tradicionalmente siempre han sido más comedidos en este apartado.
Mientras que los iPhone siguen teniendo una memoria RAM de la que no pueden presumir en términos numéricos (se lo pueden permitir si se tiene en cuenta la excelente implementación de su software), el resto de fabricantes, como señalaba, siguen en plena carrera por hacer notar que «más es mejor». El último en llevarse el gato al agua parece que será Oppo, quien pretende poner a la venta un terminal con la friolera de 10 GB de RAM en su interior.