Artículo Jesús M. Guerrero – Predicamento verde II

J M Guerrero
J M Guerrero
El 6 de agosto del 2018, publique la primera parte de este artículo, sin intención alguna de publicar una secuela. Pero, producto de los hechos que han ocurrido en los últimos días surgió este escrito. El cual tendrá como introducción la declaración del politólogo y catedrático Jesús Bueno, cito: “La marcha verde no puede rechazar el apoyo de ningún partido ni de movimientos; ahora bien.

El 6 de agosto del 2018, publique la primera parte de este artículo, sin intención alguna de publicar una secuela. Pero, producto de los hechos que han ocurrido en los últimos días surgió este escrito. El cual tendrá como introducción la declaración del politólogo y catedrático Jesús Bueno, cito: “La marcha verde no puede rechazar el apoyo de ningún partido ni de movimientos; ahora bien.

Hay ciertos partidos tradicionales que han estado en el poder que son parte de alguno de los poderes, como es el Poder Legislativo, por ejemplo y son tan culpables como los que están en el gobierno. Entonces, con eso hay que tener cuidado, porque desvirtúa el proceso de lo que persigue la marcha y la lucha en favor de la población. Porque hoy tú, puedes contar con ellos, pero si mañana ellos perciben que les vas a afectar como partidos del sistema puede que le saquen la alfombra. Pienso que no deben rechazarlos, pero creo que deben hacer el trabajo más profundamente a nivel de la sociedad desposeída, en los barrios, en los pueblos; donde sea la gente más humilde, la menos favorecida que participe en esos movimientos.” 

Luego de la aprobación de la ley 33-18, el naciente bloque opositor fue dinamitado por la claudicación del PRM ante las pretensiones del oficialismo. A partir de ahí, la oposición anda sumida en un letargo que ni siquiera la victoria de la ADP ha logrado que salgan del abismo en que se encuentran sumergidos, mientras los partidos emergentes que antes de la ley de partidos políticos comulgaban con el PRM, depositaron un recurso de inconstitucionalidad contra la referida ley. Mientras en la actualidad, la marcha verde anda aliada con el tristemente célebre Juan Hubieres.

Lo paradójico de esta alianza entre los sindicalistas de transporte y los directivos de la marcha verde, es que los segundos han estigmatizado a todo aquel que no ha se ha integrado en sus reclamos por cuestiones de preferencias políticas o por desconfianza respecto a los verdaderos intereses de la marcha. Al parecer será el destino de todos los que no apoyen las pretensiones de Hubieres.

Para nadie es secreto que el precio de los combustibles debe estabilizarse y reducirse acorde a la realidad económica nacional. Como también es un hecho notorio, que los sindicatos de transportes fueron beneficiados durante años de los jugosos subsidios del carburante en perjuicio de la ciudadanía que no tenía derecho ni siquiera a ejercer el oficio producto del agresivo monopolio que habían ejercido Hubieres y sus secuaces hasta la promulgación de la ley de tránsito que les tiene los días contados.

En la actualidad vemos llamados a huelga que son rechazados por toda persona sensata y aclamados únicamente por quienes ven posibilidades de sacar capital político. En este caso, Juan Hubieres que ya lanzó su candidatura presidencial y la marcha verde que aparentemente ya tiene candidato por el Frente Amplio, aunque alguien con tan oscuro historial y que todos pensaríamos que no tendría deseo de someterse al escrutinio ciudadano después de la paliza que le propinara Cristina Lizardo en las urnas en los comicios pasados.

Lo que provoca asombro es que aparentemente los cabecillas de la marcha, parecen no saber que en las elecciones del 2016, ningún sindicalista del transporte salió airoso de las votaciones. Un mensaje claro de la ciudadanía, específicamente de la clase media que no otorgará privilegios y cuotas de poder a quienes comparten culpabilidad en el desorden del tránsito y altos precios de los combustibles.

Desde que tengo uso de razón la lucha por “reivindicaciones” que ha encarnado Juan Hubieres ha sido en detrimento del país y beneficio suyo. Como consagra Sun Tzu, en su legado histórico El arte de la guerra, cito: “Ningún país se ha beneficiado alguna vez de una guerra interminable.” Y a eso es lo que nos han sometido estos grupos que muy poco les importa el país, una guerra de guerrilla en que la ciudadanía ha quedado atrapada en el medio y sometida a los abusos.

Me pareció repulsivo que luego de tener sometido al país en un estado de desasosiego Hubieres anunciara su candidatura presidencial por el Frente Amplio con María Teresa Cabrera a su lado, una de las principales dirigentes de la marcha verde. Una señal clara de que este movimiento está perdiendo el norte. Hace meses una facción del movimiento verde oficializó el inicio para convertirla en una organización reconocida por la JCE, para competir en las elecciones, es decir, una especie de desprendimiento y ahora una parte pasa apoyar a Hubieres y su fantasía que es de mal gusto para la gran mayoría del país.

Cito un fragmento del trabajo Movimientos sociales y partidos políticos en América Latina: una relación cambiante y compleja de la Dra. Fernanda Somuano Ventura: “Durante las últimas décadas los movimientos sociales en América Latina se han convertido en actores políticos muy importantes. Buscan el cambio lejos de los actores políticos tradicionales, manteniendo su autonomía y priorizando como estrategia de acción colectiva la de la movilización masiva; o bien deciden acercarse a algunos actores políticos (tales como los partidos), participando dentro del sistema político por la vía institucional/electoral.”

Dicha observación, me obliga a preguntar, ¿Cómo pactar con Juan Hubieres si representa sectores políticos más cavernarios y retrogradas del país?

¿Cómo apoyar sus luchas e incluso endosar con presencia sus aspiraciones, dividiendo aún más la oposición?

Ya no es solamente que Hubieres asista a la marcha, sino que parece ser el candidato con el carril de adentro para ser apoyado por el movimiento verde. ¿Podrán los líderes de dicho movimiento lograr que sea asumido por la clase media que ha sido la sustentación del capital humano de sus manifestaciones?

Desde la perspectiva ideológica estas organizaciones que nacen como apartidistas para luego sacar las uñas, como se dice en el argot popular y hacer públicas sus pretensiones de poder. No abrazan una formación ideológica aunque puedan cobijarse en la derecha o la izquierda, cual crean más conveniente. Se cimentan en lo planteado por el consultor político, Antonio Sola, cito: “Las ideologías, que por décadas han esclavizado a los ciudadanos, ya no son protagonistas. Los liderazgos vienen dados por las personas, y estas triunfan hoy en día sin necesariamente tener un partido o ideología como se entendía tradicionalmente.”

Nuevamente cito otro fragmento del trabajo de la Dra. Fernanda Somuano Ventura: “Durante las últimas décadas América Latina ha experimentado lo que algunos llaman “crisis de gobernabilidad”, resultado de la multiplicación de protestas sociales contra el modelo de desarrollo que seguía los lineamientos del denominado “Consenso de Washington”, la propagación de fenómenos globales en la región tales como: narcotráfico, terrorismo y corrupción, y la propia incapacidad de los sistemas políticos tradicionales –partidos, gobiernos y congresos– para manejar estar situaciones de ruptura. Los movimientos sociales se han expresado dentro de estos escenarios de forma muy diversa. Algunos, convertidos en movimientos políticos, han conseguido llegar directamente al poder e institucionalizar sus proyectos de acción política. Otros en cambio, en abierta rebeldía contra las fuerzas políticas tradicionales han desafiado abiertamente la institucionalidad democrática. Por último, algunos más han pactado con estas mismas fuerzas los términos de alianzas de gobierno que han resultado efímeras e ineficaces.”

¿Podría Hubieres y los sindicatos de transporte considerarse como algo nuevo, un acto de rebeldía contra los partidos tradicionales de gobierno?

Lo que me obliga a realizar la siguiente interrogante, ¿Será qué la marcha verde está perdiendo el norte?; ¿Los ciudadanos que han apoyado la marcha la seguirán detrás de Hubieres?

Como explicó con la siguiente frase Edward Kennedy, cito: “En política sucede como en las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto, está mal.” Apoyar a Hubieres y sus desordenes no es más que un mal negocio para la marcha verde.

Para concluir, rememoro que Juan Isidro Jimenes Grullon bautizo a la izquierda dominicana con el mote de nuestra falsa izquierda, hoy apodo a los apartidistas, como nuestros falsos apartidistas.

Por; Jesús M. Guerrero

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