Lo micro no es igual a lo macro en política

J M Guerrero 1
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Por; Jesús M. Guerrero
Inicio este escrito con la siguiente frase de John Katzenbach, cito: “Incluso cuando se está condenado al fracaso, vale la pena poner en práctica todo lo que uno sabe, para que cuando llegue la derrota inevitable, uno tenga al menos la satisfacción de saber que hizo cuando estaba en su mano para evitarlo.”

 

Con la victoria del PRM en la ADP, aunque soy partidario de las tendencias independientes en los gremios. No he podido dejar de notar, que la oposición ha dicho y vociferado que a dos años de las elecciones presidenciales, congresuales y municipales; la victoria en la Asociación Dominicana de Profesores es un reflejo de la derrota del partido de gobierno en el 2020. Cosa que causa suspicacia porque ha sido un discurso que han enarbolado en el pasado con resultados totalmente distintos a sus deseos.

Es de conocimiento público que antes de las votaciones del 2016, el candidato aupado por la oposición para presidir el Colegio de Abogados (CARD), era Surun Hernández, actual presidente del CARD, y aun así el resultado en las elecciones del 2016 fue la derrota del PRM. En el año 2015 antes de los comicios, el PRM respaldó al Dr. Waldo Ariel Suero a la presidencia del Colegio Médico Dominicano (CMD), quien venció y nuevamente el discurso fue que dicha victoria era la antesala de lo que le esperaba al PLD.

Es decir, es bastante risueño vociferar que vencer al PLD es una tarea fácil porque se derrotó a su corriente partidaria a lo interno de un gremio, en este caso en la ADP y más cuando, ya es algo que ha sucedido y el resultado en lo macro ha sido la victoria morada. En el quehacer político lo micro es el detalle que debe trabajarse sin descanso porque es el asfalto necesario para la pavimentación del camino tortuoso hacia el triunfo, no acostarse en sus laureles como han hecho en el pasado; el problema recae en que este discurso ha sido enarbolado en distintas ocasiones y el resultado ha sido la dolorosa y solitaria derrota.

Pero al retrotraer el historial de los resultados de las elecciones gremiales, podemos ver que en el 2007. Pérez Vólquez fue el candidato de la corriente del PRD que obtuvo la presidencia del CARD; antes de la alianza que surgió 8 años después y el resultado de las elecciones presidenciales fue la victoria del gobierno y la derrota opositora. A la sazón del año 2006, María Teresa Cabrera se alzó con la presidencia de la ADP, el resultado en lo presidencial fue lo expuesto con anterioridad.

Pero su línea comunicacional también se fundamentó el 22 de febrero del 2008, con la victoria del Dr. Franklin García Fermín en la Rectoría de la UASD y ya todos sabemos los resultados de las elecciones presidenciales del 2008. Luego en el año 2011, el difunto profesor Mateo Aquino Febrillet ganó la Rectoría de la UASD y aun así el resultado en lo electoral para las elecciones del 2012 fue la derrota de la oposición.

¿Por qué hacerse eco del mismo discurso una y otra vez?, el mismo plan estratégico que los ha alejado del poder desde el 2004. Simplemente es absurdo pretender que promocionando la idea de que al ganar la ADP o cualquier otro gremio el oficialismo retendrá o la oposición desalojara del Palacio Nacional al partido de gobierno.

Lo micro no es un espejo perfecto de lo macro en política y peor aún, es un síntoma de que la oposición continua sumida en el mismo letargo que la mantiene disgregada al punto de que no ha podido canalizar esfuerzos para conformar un gran bloque opositor como se trató en el 74 y se logró en el 78 y 94, respectivamente, en la actualidad el esfuerzo por conformar un gran bloque opositor fue pírrico luego de la aprobación de la ley de partidos políticos.

El poder político que otorga el ejecutivo, es un contrario que se traga a los pequeños, a los aislados, a los rezagados en cuyos liderazgos no se avizoran individuos capaces de ver más allá de la curva. En días recientes leía un artículo de la columna De Buena Tinta publicada en el Diario Libre, titulado, ‘Hay opositores, pero no oposición’, del cual cito algunos fragmentos: “…Cuando habla un político, y es lo interesante, lo hace como si fuera ajeno a la situación. Un talante verdaderamente inexplicable.

¿Cómo puede criticar la pereza quien no es capaz de mover una mano para espantar moscas que revolotean alrededor de la mesa ya puesta?

La circunstancia aparenta indolente, pero sucede que el mucho pensar no aclara las ideas, y haber confusión, ignorancia y necedad.

Las plazas se concentran en las calles, y no importa frecuencia ni consigna, la percepción se mantiene impertérrita. La movilización por sí sola no cambia el panorama.

Se supone al Gobierno en naufragio, pero no se hunde la nave, nadie se ahoga en las aguas y tampoco nada hacia la costa…”  

Esto es parte de las razones de la poca percepción de victoria opositora, que se vislumbra en las distintas encuestas de prestigio. No puede esperar un aspirante presidencial montarse en el éxito de una candidata gremial y esperar que ese apoyo sea endosado, porque así como las victorias que han permitido a ciudadanos apuntar sus nombres en los anaqueles de la historia nacional, las distintas coyunturas son totalmente distintas a las que construyen un triunfo sindical.

Otro aspecto en el que cojea la oposición es en el siguiente, como criticar la empleomanía estatal, cuando no ha transcurrido ni siquiera un mes que ganan la ADP y en el Espía publicado en el Diario Libre en fecha 13 del corriente mes, titulado ‘El PRM quiere cargos en la ADP’, cito: “En su declaración ayer la presidenta electa de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) fue clara en que no llevará la bandera de su partido, el Revolucionario Moderno (PRM), al gremio pese a ser una de sus vicepresidentas. Esta información cayó como un balde de agua fría a varios de sus compañeritos, quienes quedaron con el ánimo en el piso al escuchar esas palabras ya que noches antes, con el primer boletín, andaban por la sede del gremio observando oficinas, contando personal y haciendo amarres a través de llamadas.”

Así mismo son los rumores respecto a la UASD, después del triunfo de la Dra. Emma Polanco. Buscaban repartirse los empleos y presupuesto de la Alta Casa de estudios, como si fuesen un pastel y como se dice en el argot popular, la nueva Rectora los dejó con el moño hecho y pataleando porque se les pelo el billete.

¿Cómo proclamarse cambio?, cuando ni siquiera guardan las formas y muestran las ansias que les produce la nómina pública o en este caso cualquier honorario.

Al final ambos bandos podrán ganar uno y otro gremio, pero eso no es lo determinante para la presidencia de la República. La interrogante es, ¿Podrá la oposición participar unificada en los comicios del 2020?  

Creo prudente concluir con la frase de Jorge Luis Borges, cito: “La derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce.”

 

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