Yahoo.- En el marco de la Semana Mundial de Concientización sobre el uso de los Antibióticos, que se conmemora del 12 al 18 de noviembre, la organización de urgencias y emergencias médicas Vittal comparte información útil para realizar una utilización racional y responsable de los antibióticos, una conducta esencial no sólo para cada persona sino para el sistema sanitario mundial.
• “La aparición y la propagación de la resistencia a los antibióticos, es decir, la capacidad que adquieren las bacterias para sobrevivir a la acción de un antibiótico, se ha convertido en un problema global
porque hace que el número de antibióticos disponibles para tratar las infecciones sea cada vez más limitado”, detalla la Dra. María Valeria El Haj, Directora Médica de vittal.
• El desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos constituye un peligro para toda la población dado que puede dar lugar a infecciones difíciles de tratar.
Si se toman antibióticos de forma repetida e inadecuada, o si se prescriben excesivamente, se contribuye a aumentar la resistencia bacteriana, haciendo un uso NO racional de los mismos y tornando efímera su eficacia, lo que deriva en un aumento del gasto en salud y la necesidad de usar nuevos antimicrobianos más costosos, exponiendo a los pacientes al riesgo de efectos adversos.
• “Uno de los principales puntos negativos a destacar es la automedicación
que consiste en tomar antibióticos sin consultar primero con un médico, ya sea utilizando antibióticos sobrantes de tratamientos previos o adquiriendo antibióticos en la farmacia sin receta. De esta forma, si en algún momento la persona realmente necesita antibióticos, puede que éstos ya no le resulten eficaces”, especifica la Dra. El Haj.
Otro eje de esta problemática es la falta de adherencia o cumplimiento con el esquema de administración del medicamento (dosis, el intervalo entre cada dosis y la duración del tratamiento), un comportamiento que compromete seriamente la efectividad del fármaco.
En este sentido, es importante recordar siempre que los antibióticos únicamente pueden ser recetados por un médico, ya que si bien muchas enfermedades pueden tener los mismos síntomas, tal vez no requieran el mismo tratamiento. Además, siempre hay que dar oportunidad a que nuestro sistema inmunitario sea capaz de actuar y defendernos, teniendo en cuenta que los antibióticos no son analgésicos y no pueden curar todas las enfermedades: no alivian el dolor de cabeza, el malestar o la fiebre, sólo son eficaces contra infecciones bacterianas y no son de ayuda ante un cuadro de resfrío o gripe. La mayoría de las infecciones respiratorias diagnosticadas en invierno que afectan a la nariz, los oídos, la garganta y los pulmones son de origen vírico, por lo que tomar antibióticos no hará que nos encontremos mejor, sino todo lo contrario, pudiendo ocasionar reacciones adversas como nauseas, diarreas o erupciones cutáneas.
Cinco reglas simples que todos deberíamos cumplir para hacer un uso racional de los antibióticos:
• No comprar antibióticos sin receta.
• No guardar antibióticos para usarlos más adelante.
• No tomar antibióticos sobrantes de tratamientos previos.
• No compartir antibióticos sobrantes con otras personas.
• Cumplir estrictamente con el esquema de administración de cada medicamento según la indicación del médico.
