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Argentina sigue sin despegar en la Copa América de Brasil. En el estadio Mineirao, igualó 1-1 ante Paraguay por la segunda fecha del Grupo B y quedó obligada a vencer a Qatar el próximo domingo en Porto Alegre para avanzar a los cuartos de final de la competencia.
Lionel Messi, de penal, convirtió el empate en el inicio de la segunda parte, luego de un primer tiempo muy pobre del combinado nacional, en el que no generó peligro, mientras que Paraguay convirtió, gracias a Richard Sánchez, una de las dos posibilidades que generó (en una cadena de distracciones y errores de la Albiceleste). Con el ingreso de Agüero, la Selección levantó y tuvo sus mejores minutos. Pero a partir de la salida de Lautaro Martínez regresó a la meseta. Y su rival controló el partido hasta el final.
Al menos desde la disposición, el combinado nacional salió al campo con un 4-3-3 que se transformó en 4-4-2 según las necesidades pero, más allá del esquema, exhibió en el inicio otra flexibilidad en sus piezas. Lo Celso actuó más adelantado que frente a Colombia, De Paul se cerró de izquierda hacia el centro para combinarse y todos se movieron a otro ritmo. Paraguay esperó, apelando al orden, con 4 centrales (igual que el conjunto de Queiroz en la primera fecha) y dos hombres rápidos (Almirón y Derlis González, con funciones defensivas, pero atentos a la contra) para olfatear sangre a espaldas de los volantes argentinos, todos de características más vinculadas con el manejo.
Sin embargo, a los 28 minutos, la primera llegada concreta fue de Paraguay. Una pelota filtrada encontró el pique de Derlis González, quien pisó el área, remató y, previo rebote en Tagliafico, la pelota pasó junto al palo derecho de Armani.
El plan del elenco de Berizzo, poco a poco, empezó a surtir efecto. Los bloqueos sobre la salida de Paredes o Lo Celso generó que, como en el primer partido, Argentina tuviera que saltear líneas. Y cada imprecisión o distracción, los guaraníes la transformaron en dolor de cabeza, con transiciones rápidas. Y a los 36 minutos llegó el primer golpe, por la vía previsible. Casco pasó al ataque, no llegó a conectar la pelota y tardó en volver. Pereyra no lo relevó correctament, Almirón voló, lanzó el centro atrás y Richard Sánchez conectó: 0-1.
