(Voa Noticias).-En medio de un ambiente cada vez más nacionalista con tendencias proteccionistas y contra la globalización, se inicia el jueves la 14 cumbre del G20, que reúne en Osaka, Japón, a los líderes de las 20 economías más importantes del planeta.
El presidente de China, Xi Jinping, y otros líderes mundiales como el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llegaron el jueves a Osaka, para asistir a la cumbre que culminará el sábado.
“Lo que necesitamos es confianza y espero que la próxima reunión del G20 en Osaka envíe una señal de confianza a los mercados internacionales”, dijo Arancha González, directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional.
González explicó que dicha señal de confianza deberá llegar a partir “de un compromiso para reducir las tensiones comerciales, de un compromiso de regresar a la mesa de negociaciones, de nuestro compromiso de resolver las diferencias en el área del comercio internacional y más allá a través del diálogo y la cooperación, en lugar de a través del unilateralismo”.
“Creo en la acción en términos de reducir las tensiones comerciales, eso sería algo muy bienvenido. Todos en el mundo esperan que las tensiones comerciales se mitiguen, disminuyan, por lo que cualquier acuerdo que disminuya eso o que evite una escalada de las tensiones comerciales es una buena acción, es un resultado”, dijo Azevedo.
La administración del presidente Donald Trump ha defendido sus políticas económicas a pesar del impacto de estas en la economía global, tema que será tratado durante esta cumbre del G20.
No es claro si la cumbre conseguirá reducir tensiones comerciales y geopolíticas que caldean el mundo. Por ahora, una visita del presidente chino a Corea del Norte la semana pasada generó esperanzas de avances en el estancado diálogo con Estados Unidos por el programa nuclear de Pyongyang.
Trump visitará Corea del Sur después de la cumbre.
Temas regionales como la severa crisis que atraviesa Venezuela estará en la agenda del G20, un asunto que ha enfrentado a EE.UU. y Rusia. Moscú respalda al gobierno en disputa de Nicolás Maduro, mientras que Washington apoya al presidente encargado Juan Guaidó. Ambas naciones se han enfrentado en debates en la ONU sobre este asunto y mantenido una retórica en la que se culpan mutuamente de injerencia en los problemas venezolanos.