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Redes sociales, el triunfo de la mentira

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Por: Valentín Medrano Peña.

“Cuando las redes sociales convirtieron a cada persona en un transmisor, e hizo evolucionar la comunicación llevándola a dos vías, sentimos regocijo porque finalmente aportaba una voz a quienes solo podían escuchar, creíamos desnudaría la verdad, y en realidad liberó a la mentira”. (Twit).

A mi amigo el eximio abogado Dr. Francisco Marcano.

‪Juan Bosch decía que “la historia la escriben los triunfadores”, y éstos pintan con relieves interesados todo el acontecer y su entorno. Los colores se eligen cuidadosamente para dar un significado a todo, no solo importa dejar el mensaje, es menester dejar constancias recordables, huellas mentales que hagan indiscutida la realidad, creada o no, y que programen defensores furibundos. El hombre cada vez es más eco de voces ajenas aún teniendo la propia.

Hoy día cada quien cree escribir una historia, poco importa si es real, lo cierto es que no es su historia ni su visión de las cosas, están respondiendo a los hilos invisibles de los bancos del pensamiento inductible, trazados por los megaintereses, no hay tiempo para pensar en esta función engranaje de una maquinaria social cada vez más acelerada, la historia, la nueva historia, los incautos las creen y repiten sin pasarla por el tamiz de la verdad, dudan de que no sea idea propia, ¿La verdad? La verdad está en crisis, moribunda, casi desfalleciente, aspira al fin de los tiempos y la venida del señor para que todo se esclarezca.

Los nubarrones de la mentira crean nuevos espectros, quizá no sea mentira, quizá sea el nuevo valor de la verdad, su nueva composición.

La historia, el tiempo, devela una controversia no una verdad, pues la que fue vendida como tal hoy no lo es, debería haber una ciencia de la verdad, la guerra la gana la infamia y una falsa moral de inmorales que se creen con derecho a pedir condena sin estar libres de pecados. Sanidad, sanidad, sanidad, el hombre es victima del pecado, y de la mentira.

“Aún cuando se pueda afirmar que la ignorancia está menos lejos de la verdad que el prejuicio”, (Dennis Diderot), citado por Juan Bautista Eusebio (el pensador huido) quien manifiesta que “somos inducidos por un cúmulo de conocimientos prefabricados que nos lega la historia convertidos en juicios previos (prejuicios) que contaminan las vías de acceso a la verdad, por lo que hay que reaprender desde cero (ignorancia), y el desorden de las redes están más cerca de ese punto cero”.

Se afirma con tanta fe, con tanto crédito, que hasta la buena fe ha sucumbido, y de descreer ya perdimos el sosiego, nuestra alma está en espanto, cada información nos desconecta de la condición humana pues nos desamoriza. La verdad pierde la batalla y con ella se entierra el honor, el real, no el creado por las redes sobre bases falsas que fomentan a los nuevos anticristos.

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